Evangelio sábado 23 de enero

23 de ENERO del 2021

Evangelio según San Marcos capítulo 3, 20 - 21

Sábado de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario

Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Es un exaltado"

Jesús parece decirme: Desde el inicio de mi vida pública entre ustedes, supe que iba a ser un signo de contradicción para las personas. Vine a traer la espada, no por el gusto de verlos combatir, porque es todo lo contrario, sino que comprendí desde un principio que no todos iban a querer reconocerme como su Señor. Busqué mostrarles con mi ejemplo, y sobre todo con mi muerte en la Cruz, que lo que les vine a decir es sólo para la salvación de sus almas, y para invitarlos a compartir conmigo el banquete eterno junto a mi Padre y al Espíritu. Quien me rechaza, sólo se está traicionando a sí mismo, al negarse a recibir la salvación eterna.

Ser un exaltado es algo que no veo como algo negativo, o al menos no por sí solo. Lo veo como una actitud activa, de búsqueda, exteriorizando su interior para compartirlo con los demás. Claro que es imposible agradar a todos, o que todos quieran justo lo que puedo darles en mi exaltación, pero igualmente es darles la oportunidad de recibir algo que para mi es precioso, un tesoro. También tengo claro que es fácil vacilar o resbalar en el camino, porque es como ir corriendo y querer frenar antes de caer al precipicio. Ahí, acercarme a Cristo es la única solución, entregándome en sus manos para que sea Él quien me salve.

Señor Jesús, eres un exaltado, igual que yo. Y, sin embargo, sólo veo tu pasión por rescatarnos. Asumiste el encargo que el Padre Dios te dio y lo llevaste hasta el extremo de dar tu vida por nosotros. Tu ejemplo lo veo patente en mi vida, y de corazón quiero al menos intentar merecer este regalo tan grande. Vivo mi día a día con los pies empantanados en este mundo que reniega de su necesidad de Ti, y quiero ser testigo tuyo para aquellos que por opción no quieren abrir sus ojos a la Verdad. Dame paciencia, Señor, porque no soy capaz de hacer esto sin Ti, y a veces yo mismo me cierro a tu ayuda gratuita.

AMÉN