Evangelio sábado 27 de febrero

Sábado 27 de febrero de 2021 | Gonzalo Manzano

27 de FEBRERO del 2015

Evangelio según San Mateo, capítulo 5, 43 - 48.

Sábado de la Primera Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Él hace salir el sol sobre malos y buenos."

Jesús parece decirme: Sus decisiones en la vida, todas y cada una, están cargadas de una valoración moral. Podrán ser más o menos trascendentes, pero desde lavarse los dientes o no, hasta salvar una vida, son buenas o malas. Sobre esas decisiones Yo no quiero imponer, sino aconsejar e influir, porque los quiero y los quiero libres a todos por igual. Ahora, eso no significa que acepte el mal, porque es imposible que lo haga, pero sí estoy cierto que mi victoria sobre él es absoluta, tal como fue mi Resurrección sobre la Muerte.

Amar al hombre a pesar de sus pequeñeces. Es tan difícil entender esto, pero creo que aceptarlo y hacerlo propio es algo muchísimo más difícil, dada nuestra realidad débil e imperfecta. Me pesa mucho esa ceguera que me imponen no sólo mis sentidos, sino también mi voluntad e intelecto, que limitan mis posibilidades de poder ver más allá, así como Cristo pudo ver mientras estuvo en cuerpo presente. Añoro poder tener esta capacidad, y creo que sólo en la Vida Eterna podremos compartirla con Él. Mientras tanto, sólo me queda intentar no equivocarme, y si lo hago, pedir perdón y enmendar.

Señor Jesús, quiero de verdad ser "bueno" y hacerte feliz, y creo que incluso los "malos" despiertan tu misericordia, por lo que tu amor por nosotros es sincero e incondicional. A veces quisiera que no nos dieras tanta libertad, para que fuésemos mejores, pero también la agradezco enormemente, porque de verdad creo que crezco ante cada equivocación, o me hago más grande en cada acierto. No dejes de supervisar mi crecimiento, Señor, que de verdad sin tu guía no sería capaz de avanzar para ningún lado, y me estancaría. Madre querida, enséñame los caminos de tu Hijo, para acercarme cada vez más a Él.

AMÉN

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