Evangelio sábado 28 de agosto

28 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 25, 14 – 30

Sábado de la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario-+

San Agustín, Obispo y Doctor de la Iglesia. Memoria obligatoria

Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'. Llegó luego el que había recibido un solo talento. 'Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!'. Pero el señor le respondió: 'Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de
más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes'.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más"

Jesús parece decirme: Esta es la promesa de la Vida Eterna conmigo. Queremos que de verdad compartan la felicidad absoluta con nosotros. Esta promesa es la ilusión no solo de ustedes, sino que de nosotros también. Queremos que regalen su vida a los demás, que usen las herramientas que les dimos para el bien del mundo. Ese es el gran desafío de ustedes, desafío y alegría, en lo que a la larga se van a jugar la vida, la vida futura. Por eso, tómenselo en serio, muy en serio, porque en ese esfuerzo se va la Eternidad con nosotros.

Antes solía reparar en este servidor miedoso y perezoso. Era el miedo a perder la entrada al Paraíso. Era perder la vida. Pero hoy me llega la alegría de la promesa definitiva. Encontrar los talentos para hacerlos crecer, producir frutos, es a la larga el triunfo de mi Ideal Personal. Creo que es súper difícil, y quizás no podré conseguir los otros dos talentos, pero no quiero por ningún motivo que sea por mi pereza o dejadez, que pierda la oportunidad de acompañarlos.

Señor Jesús, te reconozco que tengo miedo, porque tal como el tercer servidor, no quiero tu ira, ni quisiera perderme la oportunidad de estar contigo en el Paraíso. Pero sé lo que tengo que hacer, y por eso no quiero seguir perdiendo el tiempo. Debo combatir mi falta de visión de perspectiva, esa incapacidad de ver sólo lo que está sobre mi nariz, pero sobre todo, dejar de posponer estos proyectos que me acercan a Ti. Siempre habrá dificultades, y solo de mí depende comenzar a caminar. Madre querida, te ofrezco mis dolores en el camino, que ya sé que son duros e intensos, para que los tomes y los transformes en alabanza a tu Hijo.

AMÉN