Evangelio viernes 16 de octubre

16 de OCTUBRE de 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 12, 1 - 7.

Viernes de la Vigésima Octava Semana de Tiempo Ordinario

Mientras tanto se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros.
No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas. A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Yo les indicaré a quién deben temer: teman aquel que, después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese. ¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía"

Jesús parece decirnos: la invitación que les hago hoy es a ser consecuentes, asertivos, a comunicarse de forma efectiva, decir lo que quieren transmitir de forma firme, a la vez que respetuosa y empática con los demás y con ustedes mismos. Que cuando los vean, puedan reconocer a una persona transparente y libre de caretas que solo traen temores a ser descubiertos. Dios Padre quiere a todos sus hijos y si a Él se confían, vivirán más plenamente y encontrarán la paz.

Muchas veces he caído en la tentación de ser hipócrita, de decir que sé algo cuando en verdad sólo he escuchado un poco sobre eso. O a veces en conversaciones no me atrevo a decir que no sé del tema que hablan y hago como que ya sabía, pero nerviosa que puedan descubrirme. Sin embargo, cuando me atrevo a reconocer mi ignorancia, no solo me siento aliviada, sino que me he sentido acogida por los demás. Al final de cuentas, vale más la sencillez y la humildad que sentirse que uno se las sabe todas. Poner la confianza en el Señor y pedir valor al Espíritu Santo son acciones eficaces y gratuitas que nunca fallan.

Querido Señor: gracias por esta invitación tan liberadora. Quiero cultivar cada día la humildad y la confianza para vivir más libre y tranquila. Que María sea mi ejemplo en este más humilde de la humanidad. Frente a Ti es imposible fingir, Tú tienes hasta mis cabellos contados. Hazme tenerte más presente para que me libere de cualquier falsedad que pueda contaminarme.

AMÉN