Evangelio viernes 20 de agosto

Viernes 20 de agosto de 2021 | Alejandra Castelblanco

20 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 22, 34 - 40

Viernes de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario

San Bernardo de Claraval, Abad y Doctor de la Iglesia. Memoria obligatoria

Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?". Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Como a ti mismo"

Jesús parece decirme: esta última parte del mandamiento, cuesta que la tomen en cuenta. Ustedes son los reyes de la Creación, por el bautismo reciben la dignidad de sacerdote, profeta y rey. Es decir, son hijos de un Padre que es puro amor y quiere que anuncien su reino dando testimonio con su vida. Amarse a sí mismo implica cuidarse, alimentarse, descansar, mantenerse limpio...pero también es defenderse, valorarse, sentirse seguros de sí mismos. El mejor camino para lograr esto es reconocer día a día cómo estuvo su relación con el mundo espiritual, cómo estuvo su comunicación con los demás, con el entorno y con uno mismo.
Estas cosas parecen tan básicas. Sin embargo, el día pasa de largo y cuesta detenerse a ver cómo estuvo mi día en relación, con Dios, con los demás, con el entorno y conmigo misma. Me cuesta cuidarme en la alimentación, como muy desordenadamente, no siempre me abrigo o me cuido del sol. Si la medida es querer al prójimo como a uno mismo, debiera quererme más, preocuparme de estar bien, de cultivar mi interior y también cuidar mi salud. Esta armonía es necesaria y pienso que el horario espiritual, ayuda mucho a revisarse y avanzar en este amor a uno mismo.
Querido Señor: gracias por tu invitación a revisarme. A mirar mi interior, ver cómo estoy cultivando mi fe, mi oración, mi esfuerzo por superarme, como también, cuidar mi físico, mi salud, mi cuerpo. Gracias por darnos esta medida para amar a los demás, porque así irá creciendo proporcionalmente el amor propio, junto al amor por los demás. Tu amaste tanto al mundo, que nos mandaste a tu Hijo Jesús, Él primero se cultivó, se cuidó, se preparó...para entregarse a los demás, al punto de morir por nosotros en la Cruz. Ese es el camino que debo tener presente.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000