Evangelio viernes 22 de mayo

22 de MAYO de 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 16, 20 - 23 a

Viernes de la Sexta Semana de Pascua

Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre

Meditación de nuestro equipo.

"esa tristeza se convertirá en gozo."

Jesús parece decirnos: la alegría es un anhelo universal. No hay nadie que no goce estando alegre y que quiera que su vida esté llena de alegría. Es necesario experimentar la tristeza para valorar el gozo. Es más fácil valorar algo cuando se pierde. El mundo está privado de moverse con libertad, de salir de sus casas. Ahora bien, esa tristeza se puede transformar en gozo, si hacen el esfuerzo por encontrarle un sentido al encierro, ese gozo aparecerá. Tómate un minuto y pídeme ayuda para que descubras que el Padre quiere que hagas con esta realidad.

Me da vergüenza confesar que no me molesta el encierro, es más me gusta. Siento que puedo manejar mejor el tiempo, siento que podemos conocernos mejor como familia, que podemos dedicar más tiempo a cada hijo en particular. Además, he aprendido cosas en el computador que nunca pensé que podría hacer. He sido más creativa para cocinar, para hacer las clases más entretenidas a mis alumnos...en fin muchas cosas. Pero por sobre todo me ha permitido tener encuentros de oración con mis hijos que me han llenado de gozo. Me quedan pendientes todavía así que creo que seguiré encontrándole sentido a esta situación.

Querido Señor: hoy quiero agradecer este tiempo de paréntesis. Este tiempo de reflexión y de acción en áreas que estaban dormidas. Gracias por ayudarme a encontrar un sentido a todo lo que estamos viviendo. Gracias porque día a día me das esperanza de un mundo mejor. He sentido que el encierro ha tenido sus frutos. Te pido por todos los que han sufrido esta enfermedad, por los que viven hacinados y no pueden tener un encierro placentero, por los que han perdido a un ser querido. Que el Espíritu Santo, que está por venir, reconforte y aliente a tantos que sufren y no encuentran sentido a este tiempo.

AMÉN