Evangelio viernes 25 de diciembre

Viernes 25 de diciembre de 2020 | Alejandra Castelblanco

VIERNES 25 de DICIEMBRE de 2020

Evangelio según San Juan capítulo 1, 1 - 18.

Solemnidad de la Natividad del Señor (Misa del día)

Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino el testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios. Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, al declarar: "Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo". De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre"

Jesús parece decirnos: Mi Padre quiso que yo fuera luz, la luz que ilumina, que indica el camino, que trae tranquilidad, que acoge y reúne, que orienta y da paz, la luz perpetua, que no se apaga, que siempre acompaña, que reconforta y da alegría, que da fuerza y unión que no se extingue, que hace recordar, reconocer, ofrecer, agradecer, pedir, que es compañía, reflexión, sabiduría, paciencia, inteligencia, que alimenta el espíritu y lo orienta a la plena realización del hombre: la felicidad del encuentro con el Padre

Hoy, es un día de Luz y no de cualquier Luz, es el día en que Jesús nace y se hace Luz del mundo. Entonces, ya no hay angustia, no hay tristeza, no hay temor. La oscuridad asusta, desorienta, angustia. Pero hoy respiro profundamente, como si el aire fuera un soplo del Espíritu que viene a regalarme nueva vida, la vida de Jesús niño que hace que al botar el aire que respiro, expulse mis impurezas interiores, la tristeza, el cansancio, las tensiones, los malos recuerdos. Hoy voy a irradiar esa luz de Jesús a los demás, con alegría, serenidad y llena del Espíritu Santo.

Querido Señor: Gracias por ser Luz, por estar junto a nosotros, en cada rayo de sol, en cada cirio encendido, en cada paso de luz por las rendijas, en cada jardín, en cada rostro de niño, de joven de adulto o de viejito que caminan confiados y seguros por Tu camino iluminado. Quiero ser de esas personas que te irradian, que se acerquen a mí y encuentren paz y tranquilidad para que nazca también la esperanza de un mundo mejor que solo quiere tenerte como centro, como luz encendida que acoge y renueva todas las cosas.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000