Evangelio viernes 25 de junio

Viernes 25 de junio de 2021 | Alejandra Castelblanco

25 de JUNIO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 8, 1 - 4

Viernes de la Duodécima Semana del Tiempo Ordinario

Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante quedó purificado de su lepra. Jesús le dijo: "No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio".

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"bajó de la montaña..."

Jesús parece decirnos: es bueno subir a la montaña. De arriba se ve todo desde otra perspectiva y se tiene una visión más objetiva de lo que ocurre alrededor. Arriba también se siente más cercana la compañía del Padre, es como querer estar más cerca del cielo y sentir que se puede escuchar con más claridad la Palabra del Padre. Ahora bien, hay que bajar de la montaña, abordar la realidad, no quedarse en la comodidad y enfrentar la vida con eso que se reflexionó arriba en la montaña. Hoy los invito a subir la montaña, pero sobre todo a poder bajarla y vivir de una manera distinta.

Ha sido tan duro todo este tiempo, que no he podido "subir la montaña" . He dado algunos pasos, pero bajo rápidamente. Vivir adaptándose a nuevas situaciones, casi semanalmente, me tiene cansada. Sin embargo, en esos intentos por subir, he descubierto que esta pandemia, trajo el regalo de valorar lo cotidiano, de sentir que la rutina es un descanso, que los ritos diarios a los que estaba acostumbrada a veces son un lujo. Creo que debo subir un poco más, intentar conectarme mejor con el cielo, para descubrir, que, al bajar, puedo ser mejor persona.

Querido Señor: gracias Señor por invitarnos a subir la montaña. Arriba se puede sentir tu presencia y tu voz. Hablas claro y directo y nos reafirmas la misión que nos invitas a cumplir. Misión que no puede realizarse allá arriba sino acá abajo, con todas las dificultades y problemas del mundo. Tú sabes que se puede, porque eso nos pides, así que te pido confianza y perseverancia para que, al bajar, mantenga mi espíritu en lo alto y lograr lo que nos propones. María, ejemplo de vida aquí en la tierra, dame sabiduría y templanza.

AMÉN

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