Evangelio viernes 3 de enero

Viernes 3 de enero de 2020 | Alejandra Castelblanco

3 de ENERO del 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 1, 29 - 34.

Viernes de la Primera Semana de Navidad

Santísimo Nombre de Jesús. Memoria libre

Estaba Juan Bautista otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: "Este es el Cordero de Dios". Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?". Ellos le respondieron: "Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?". "Vengan y lo verán", les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas", que traducido significa Pedro.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"¿dónde vives?"

Jesús parece decirnos: soy humano al igual que ustedes, pasé por este mundo, caminé por sus caminos, viví en una casa, dormía en una cama y al igual que usted sentía hambre después de un día de trabajo. Les digo todo esto, para que reconozcan en mí a alguien que sabe lo que ustedes sienten porque también sentía como ustedes. El Padre, en su inmensa sabiduría supo que era la mejor manera de llegar a ustedes y por eso me envía a nacer en una familia en un pesebre. Hoy los invito a dimensionar el inmenso amor de Padre por ustedes que mandó a la tierra a su único hijo solo por amor.

Jesús es hombre y Dios todo en uno. Creo que la dimensión humana de Jesús lo hace ser más valioso, más digno de seguir porque sabe lo que es vivir siendo hombre. En estos tiempos de crisis creo que el foco debe volverse totalmente a Jesús. Partiendo por contemplar el rostro de Jesús niño, nacido en un pesebre pobre. Me gusta y me motiva pensar en renovar la Iglesia bajo esta perspectiva, una Iglesia pobre, para los pobres. Todos caben en el pesebre. Ya están por llegar los reyes magos que, en su riqueza, nos muestran la humildad al ir a adorar a un niño recién nacido en Belén.

Querido Señor: gracias por hacerte hombre, y por escoger un pesebre para nacer. Gracias por recibir a todos: ricos y pobres, sabios e ignorantes, grandes y chicos, mujeres y hombres.... Haz que no pierda el foco, Tú eres el camino y para seguirlo quiero hacerlo como Tú lo hiciste, sirviendo a los demás. Que María la gran sierva, sea mi ejemplo de mansedumbre y entrega. Gracias por nuestro Santuario Valle Hermoso Del Niño Jesús que tiene el ideal: Pesebre vivo para la Iglesia y el mundo. Con él nos invitas a acoger a todos y vivir tu nacimiento todos los días.

AMÉN

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