Evangelio viernes 30 de octubre

Viernes 30 de octubre de 2020 | Alejandra Castelblanco

30 de OCTUBRE del 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 14, 1 - 6

Viernes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

Aconteció un sábado, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? Y no le podían replicar a estas cosas.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"Ellos lo observaban atentamente"

Jesús parece decirnos: yo quiero invitarlos a observar, pero de una manera distinta a la que hacían los fariseos. Ellos estaban atentos a observar en mí lo condenable La observación que yo les propongo es a fijar su atención en ver mi rostro en cada persona, en grabar en sus corazones las obras de bien que ellos realizan. No una observación que suponga descubrir la debilidad del otro, sino más bien la fortaleza que hace que se admire a esa persona. Observen a su alrededor y verán que, en todos los seres humanos, se puede ver algo del rostro del Padre.

Muchas veces me he descubierto mirando como lo hacían los fariseos: tratando de descubrir en qué se va a equivocar el otro o dónde estará su debilidad y la verdad es que la sensación que queda después, es amarga. Cada día, se nos presentan personas increíbles, es solo que hay que aprender a observarlas con benevolencia. Me pasa a veces, incluso con mi propia familia. No me centro en lo que quiere transmitir un hijo o mi marido, sino en la respuesta que puedo dar para "ganar". Cuando tengo presente observar y escuchar con atención, me encanta porque estoy relajada escuchando y siento que las dos partes ganan.

Querido Señor: haz que cada persona que pones en mi camino, sea una oportunidad para descubrir tu rostro. Haz que aprenda a observar con benevolencia. Que solo me fije en lo bueno, en lo positivo y en lo dulce del otro. No permitas que caiga en la tentación de observar sus defectos, sus debilidades o en la posibilidad de dejarlo mal. Gracias por todas las personas que con su cariño me muestran el rostro amoroso del Padre. Gracias por los niños, que, con su inocencia y espontaneidad, transforman al más duro de los corazones. Gracias Señor, por el Santuario, ahí, al observar a María, solo salen buenos deseos y esperanzas para el futuro.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000