La Cruz sobre el Tabernáculo

La cruz es el gran símbolo de la Redención y el signo del cristiano. En el Santuario de Bellavista, y en muchos otros santuarios está la Cruz de la Unidad. La Cruz de la Unidad, desde el Jubileo del 2014, también se coloca en el santuario original.

P. Rafael Fernández

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Historia:
La cruz es el gran símbolo de la Redención y el signo del cristiano. En el Santuario de Bellavista, y en muchos otros santuarios está la Cruz de la Unidad. La Cruz de la Unidad, desde el Jubileo del 2014, también se coloca en el santuario original.
La cruz, que habitualmente se colocaba desde los inicios del santuario original, no fue elaborada por ninguna comunidad de la Familia de Schoenstatt. Con el correr del tiempo, en el santuario original, diversas cruces se colocaban sobre el tabernáculo, de acuerdo a las fiestas litúrgicas que se celebran:
La Cruz de la Inscriptio, nacida a raíz de la corriente de Inscriptio, surgida antes de Dachau, fue colocada por el padre fundador en el Santuario original el 18 de Octubre de 1947.
La Cruz Oriental, colocada a partir del 5 de Junio de 1951, recuerda la misión de Schoenstatt para las Iglesias de los países de tradición oriental.
La Cruz de José Engling, regalada el 31 de Mayo de 1956 por el grupo Maria Sieg.

Significado
La Cruz simboliza la íntima unidad de Cristo y María, del Hijo y su Madre. En la cruz, María está de pie junto a su Hijo y sostiene en sus manos un cáliz. Ambos se miran expresando así su íntima unidad en una misma y única ofrenda al Padre. Ella es la Compañera y Colaborada Permanente de Cristo en toda su obra redentora que culmina en la cruz. Ella también se entrega por entero a esa obra y recibe de su Hijo Crucificado la abundancia de su gracia de salvación. Desde lo alto de la cruz, Cristo la proclama como Madre nuestra.
La Cruz de la Unidad original fue elaborada por la primera generación de los Padres de Schoenstatt chilenos. Luego fue obsequiada al padre fundador y este la hizo llegar al Instituto de Nuestra Señora en Stuttgart.
Es símbolo de la Misión del 31 de Mayo, misión que nos llama a restablecer vínculos de unidad, de amor verdadero, entre Dios y los hombres, entre el cielo y la tierra.