La lámpara del Santísimo

Al costado del retablo del santuario arde una pequeña llama. Es símbolo de nuestra fe y de nuestro amor ardiente. Da testimonio de la presencia del Señor sacramentado en el tabernáculo, como amigo y alimento, silencioso y cercano, en toda circunstancia.

P. Rafael Fernández

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Al costado del retablo del santuario arde una pequeña llama. Es símbolo de nuestra fe y de nuestro amor ardiente. Da testimonio de la presencia del Señor sacramentado en el tabernáculo, como amigo y alimento, silencioso y cercano, en toda circunstancia. La llama está contenida dentro de una esfera que representa el mundo, expresando con ello que queremos encender el mundo en Cristo y no sólo guardar su luz en nuestro corazón.

Historia
La generación de la Juventud Masculina, Ver Sacrum, Primavera Sagrada, especialmente los alumnos que habían debido dejar el Seminario Menor de los Palotinos, que fuera ocupado por los nazis, quisieron expresar su participación en la corriente de coronación surgida en la Familia de Schoenstatt.

Ellos escogieron como símbolo el globo terráqueo que lleva en su interior la luz del Santísimo. Contando con la presencia del padre fundador, la instalaron en el costado derecho del retablo, la noche del año nuevo de 1941. El globo terráqueo recuerda una insignia real de la Edad Media: el globo en la mano del soberano era expresión de su poder real. El fuego es el símbolo de los ideales de la juventud que habrían de encender e iluminar un nuevo mundo. El globo terráqueo lleva en la parte superior la abreviatura MTA, cuya letra "T" tiene la forma de cruz. Este símbolo descansa sobre una patena, la cual a su vez lleva tres cruces que recuerdan la entrega heroica de los congregantes caídos en la Primera Guerra Mundial.