Se buscan buenos libreros y editoriales con más coraje

Muchas veces leí en varios autores, de su queja permanente con las editoriales y las librerías. El motivo sería que las editoriales ahora están más pendientes del marketing y de las ventas, que de lo que publican, y son escasos los editores que se juegan por reeditar o editar títulos o autores en los que desconfían de la capacidad de ser vendidos en las listas de best sellers. ¿Pues qué significa estar en esas listas? Mucha plata para las editoriales...

| Cecilia Sturla (Argentina) Cecilia Sturla (Argentina)

Muchas veces leí en varios autores, de su queja permanente con las editoriales y las librerías. El motivo sería que las editoriales ahora están más pendientes del marketing y de las ventas, que de lo que publican, y son escasos los editores que se juegan por reeditar o editar títulos o autores en los que desconfían de la capacidad de ser vendidos en las listas de best sellers. ¿Pues qué significa estar en esas listas? Mucha plata para las editoriales... ...

Esta discusión (de la que se hace cargo, por ejemplo, un  autor de la talla de Pérez Reverte) parecería que a uno no le afecta tanto. Y como no se pueden luchar todas las batallas, dejamos que algunos levanten sus voces para ir en contra de las corporativas editoriales que son las que "desparraman" el conocimiento en la posmodernidad.

Pero hete aquí que los otros días me dieron unas ganas increíbles de volver a reunirme con libros que había leído de chica y de joven. Libros que me cambiaron no sólo mi visión del mundo, sino que me ayudaron a crecer. Son esos libros que de tan buenos, los he ido prestando en la confianza que al que se lo presté, le iba a ser tan bien como a mí. Y por supuesto, los perdí hace tiempo. Y comencé a recorrer librerías en su búsqueda. Libros como "El gran divorcio, un sueño", de C.S.Lewis, no se editan más... ("¿Lewis?", pregunta la joven detrás del mostrador, y revuelve en su cerebro en búsqueda de algún dato más... " ¡Ah! El de la película de Narnia!")... y me dice (fijándose en la computadora, claro) que estaba agotado desde hacía años. Vamos con otro intento. Vamos con Chesterton (¿Chesterto?, pregunta la niña casi iletrada en estos temas..."¡CHESTERTON!", casi le grito. "Mmmm...no. Nada.") ¿Taylor Caldwell? "Médico de cuerpos y almas", que narra la vida de Lucas el evangelista. Busca lentamente en su computadora... y no. Agotado. "El gran león de Dios", una excelente historia novelada sobre la vida de Saulo de Tarso... ¡Bingo! Lo acaban de volver a editar, junto con "La columna de hierro", que cuenta de manera apasionante la vida de Cicerón y el comienzo de la decadencia del Imperio Romano con la caída de la República.

Debo decir que con los últimos títulos, sentí alivio. No todo está perdido. Pero sigo buscando títulos que por no ser vendibles, no se editan más, lo que considero una pérdida tremenda para la humanidad... ¿Un poco exagerada? Pero es que cuando uno entra a esas librerías impecables, con los best sellers exhibidos no sólo en vidriera, sino en las mesas principales, y busca libros específicos, tanto de filosofía (lo que busco por defecto de profesión, admito) como de escritores del siglo pasado, que no están, salgo de mal humor. Pero es un mal humor extraño. Porque en ese arranque de frustración ante nuestra consumista sociedad, caen por igual tanto los dueños de las editoriales, como la vendedora que si ha leído un libro entero, debió haber sido en el secundario y por obligación. La caridad me invade en esos momentos, y juro que nunca más voy a entrar a una de esas librerías marketineras, y mi siguiente visita para comprar libros, es en las ferias de libros usados y viejos, donde por lo menos quien me los vende, es capaz de aconsejarme y de recomendarme títulos ignotos por quien suscribe.

Y para terminar con esta catarsis, debo admitir que mi confianza en la humanidad ha ganado otro punto, al ser editadas de nuevo las Aventuras de Astérix... Porque, ¿de qué manera podía trasmitir a mis hijos una parte de mi adolescencia si no es bajo el prisma y el sentido del humor tan francés de esos personajes inolvidables de la Galia? Ahora mis hijos se han hecho fieles seguidores, y esperan con  impaciencia que llegue el día en que el diariero nos llama para decirnos que ya está el nuevo título de Astérix... Y puedo ver una continuidad en mis lecturas y en la de mis hijos, y eso me hace reflexionar en la tradición, y en la frase: "todo tiempo pasado fue mejor", que claramente encierra una falacia, pero que cuando no tengo esos libros que fueron mis compañeros de camino y pienso que mis hijos se van a perder eso que tan bien me ha hecho a mí... me da como una "cosita" de pena. ¿No?

Cecilia Sturla

Argentina - Abril 2011

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