Todos necesitamos un tiempo de silencio

Hace más de 5 meses que no publicaba mi columna... No lo había hecho pues necesitaba un tiempo de silencio, un tiempo para escuchar con más detención las voces del alma, del tiempo y del ser; para descubrir qué es lo qué Dios espera de mí y cómo voy a responderle... Desde octubre del 2010 a la fecha he tenido la suerte de participar en interesantes actividades del Movimiento... Jornada Nacional de Dirigentes, iniciamos el año del Padre Kentenich como primer paso a la celebración de los 100 años del Movimiento; Congreso Latinoamericano de Líderes Schoenstattianos (un verdadero regalo, las personas que asistieron eran modelos encarnados del Padre Kentenich). Por otro lado, fui elegida jefa de la Rama de Señoras del Santuario Valle de María, consagré mi Santuario Hogar. Mi mamá, un poco complicada de salud. Hijos adolescentes y marido más demandante. Empecé un curso de 4 años de acompañamiento espiritual... ¡¡Muchas voces, tal vez demasiadas que no me dejaban escuchar a nuestro Padre Dios en ellas!!...

| Paulina Respaldiza (Linderos, Chile) Paulina Respaldiza (Linderos, Chile)


Hace más de 5 meses que no publicaba mi columna... No lo había hecho pues necesitaba un tiempo de silencio, un tiempo para escuchar con más detención las voces del alma, del tiempo y del ser; para descubrir qué es lo qué Dios espera de mí y cómo voy a responderle...

Desde octubre del 2010 a la fecha he tenido la suerte de participar en interesantes actividades del Movimiento... Jornada Nacional de Dirigentes, iniciamos el año del Padre Kentenich como primer paso a la celebración de los 100 años del Movimiento; Congreso Latinoamericano de Líderes Schoenstattianos (un verdadero regalo, las personas que asistieron eran modelos encarnados del Padre Kentenich). Por otro lado, fui elegida jefa de la Rama de Señoras del Santuario Valle de María, consagré mi Santuario Hogar. Mi mamá, un poco complicada de salud. Hijos adolescentes y marido más demandante. Empecé un curso de 4 años de acompañamiento espiritual... ¡¡Muchas voces, tal vez demasiadas que no me dejaban escuchar a nuestro Padre Dios en ellas!!

¿Cuáles son los compromisos que quiero asumir? ¿Cuál es el sentido de mis múltiples entregas al Santuario del Valle de María? ¿Mi trabajo, no está afectando a mi familia? ¿Mis apostolados llevan el sello de ser una Custodia Viva, portadora de Cristo al mundo? ¿Mi actuar, es un transparente de Dios?

Este regalo que me hice fue espectacular, realmente pude silenciarme, rezar y mirar de manera orgánica los primeros 50 años de mi vida, fueron una oportunidad única que la Mater me dio para sentirme una hija predilecta y muy regaloneada.

Pero ese regalo "venía con elástico"...

"Nada sin ti, nada sin nosotros". Esta frase clave en mi vida de Alianza, ha resonado -en estos últimos meses- con gran fuerza en mi corazón. La Mater ha iluminado mi camino como un potente faro, todos los días me abraza cálidamente con sencillos e innumerables regalos... ¿cómo le voy a responder? Sencillamente con lo que soy, con lo que tengo, con lo que siento.

Por eso hoy escribo una columna diferente, no analizo la actualidad ni los últimos hechos de la Iglesia, ni los problemas sociales que nos afectan... Hoy los invito a reflexionar sobre lo vital que es darse un tiempo de silencio... son demasiados los estímulos que recibimos día a día... Dios no sólo nos habla en susurros, hoy nos está gritando, basta leer los diarios para asumir una realidad indiscutible. Yo ya tengo claro cómo voy a actuar. ¿Cómo le vas a responder tú?

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