EL CHILE QUE QUEREMOS

José Herrera trabaja en la casa de los Padres de Schoenstatt en Santiago de Chile. A raíz de los tremendos daños materiales que dejó el terremoto en el sur del país, pensó ir en ayuda de un tío suyo, cuya casa no resistió el sismo. Pero la tragedia de otros no lo dejó indiferente e inmediatamente pensó que, tal como su tío, cientos y miles de personas estaban atravesando una situación similar.

José Herrera trabaja en la casa de los Padres de Schoenstatt en Santiago de Chile. A raíz de los tremendos daños materiales que dejó el terremoto en el sur del país, pensó ir en ayuda de un tío suyo, cuya casa no resistió el sismo. Pero la tragedia de otros no lo dejó indiferente e inmediatamente pensó que, tal como su tío, cientos y miles de personas estaban atravesando una situación similar. Fue así como decidió cambiar sus planes y, junto a un grupo de amigos de la población Arco Iris, en la localidad de Puente Alto, reunió alimentos para diez familias entre sus vecinos. Aquí nos cuenta lo que vio y sintió llevando ayuda y esperanza a quienes estaban sufriendo lo indecible.

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