Evangelio domingo 20 de agosto

Domingo 20 de agosto de 2023 | Juan Francisco Bravo

20 de agosto del 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 15, 21 - 28

Domingo vigésimo del Tiempo Ordinario

Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí!" Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio". Pero Él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: "Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos". Jesús respondió: "Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel". Pero la mujer fue a postrarse ante Él y le dijo: "¡Señor, socórreme!". Jesús le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros". Ella respondió: "¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!". Entonces Jesús le dijo: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". Y en ese momento su hija quedó curada.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

¡Que se cumpla tu deseo!

Es como si Jesús me dijera: "Vienes a Mí una y otra vez. Vienes también a pedir ayuda a los míos. No los dejas. Pides con insistencia por los tuyos, para que estén bien. Pides paraque se sanen. Y yo, al ver tu fe, te respondo que sí. Que se cumpla tu deseo. Que se haga lo que pides. Que las cosas te resulten como tú quieres. ¡Aun cuando ya antes te había dicho que no! Así que ponte a celebrar. Llénate de alegría porque se te concede lo que tanto habías querido."

Hay algunos detalles de este texto que me llaman la atención. Es una mujer que no pide por ella misma sino que pide por su hija. Jesús le dice que no en primera instancia, pero después cede. Los discípulos conocen a esta mujer y saben que, si Jesús no concede lo que ella pide, ella no los va a dejar tranquilos. Me emociona. Este texto habla sobre el poder de la oración. Yo quisiera ser capaz de concitar ese poder. Quisiera tener el convencimiento de esta mujer. Y que Jesús no pueda menos que hacerme caso en lo que pido.

Jesús, amigo y maestro. Quiero agradecerte que una y otra vez me has dado lo que te he pedido. Hoy vuelvo a pedirte. ¡Dame la fe y la esperanza de esta mujer cananea! Sáname a mí y a mi familia. Sana mi corazón. Dame un corazón que pide lo que Tú me vas a conceder. Muéstrame tu rostro, Señor. Déjame conocerte. Déjame estar cerca de Ti. Sé Tú mi camino y mi verdad. Sé Tú mi vida. Hazme fecundo. Siembra mi vida. Quiero ser tierra fértil para tu Palabra. Dame el regalo de dar frutos abundantes para tu pueblo.

AMÉN

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