Evangelio domingo 3 de septiembre

Domingo 3 de septiembre de 2023 | Juan Francisco Bravo

3 de septiembre del 2023

Evangelio según San Mateo capítulo 16, 21 - 27

Domingo vigésimo segundo del Tiempo Ordinario

Desde aquel día, Jesús comenzó a anunciar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén, y sufrir mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar al tercer día. Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: "Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá". Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres". Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?"

Es como si Jesús me dijera: "Hay sentido en el lugar que te encuentras. Has tomado grandes decisiones a conciencia. Pero las pequeñas decisiones de cada minuto pareciera que a veces te alejan de Mí. Yo te invito a que tomes opciones por Mí. Y que esas opciones no sean solo en las grandes lides. Sino que también sean en pequeños detalles y en pequeñas actitudes. Porque, aunque a grandes rasgos pareciera que estás ganando el mundo, cuando revisamos los detalles puede ser que estés perdiendo tu vida.

He tomado decisiones que me han puesto en el camino que realmente quiero. Me siento sereno. He creído en el amor. He seguido el amor. Mi vida de fe, el tiempo que le dedico al rezo, mi matrimonio, mis hijos, mi trabajo; mi ascesis personal, mi horario espiritual, mi ecología de prácticas. También mis amigos y la gente con que me relaciono. Todas esas cosas son por las que vale la pena entregar mi vida. Pero aun así estoy muy lejos. Es común que pierda el rumbo. Como si hubiera un fractal infinitamente profundo de oportunidades para alejarme y acercarme del camino de Jesús.

Jesús, quiero ofrecerte toda mi vida para poder ganar un lugar en el palacio de tu Padre. Gracias por invitarme a construir contigo. Quiero entregarte mi vida completa. Quiero aprender a discernir una y otra vez cómo entregarme a la fuente de gracias que brota desde tu Santuario. Acompáñame en mi quehacer cotidiano. Que no me gane el desánimo, el enojo, el miedo ni el aferrarme. Dame libertad para tomar tu bandera y enarbolarla en los detalles más pequeños de mi existencia. Regálame un corazón que lata con el tuyo y que esté en permanente oración y adoración a Ti.

AMÉN

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