Evangelio jueves 10 de agosto

10 de Agosto del 2023

Evangelio según Juan capítulo 12, 24 – 26

Jueves de la décimo octava semana del Tiempo Ordinario

Fiesta de San Lorenzo, Diácono y Mártir

Día del Diácono

Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto"

Jesús parece decirnos: di mi vida por cada uno de ustedes para que ustedes también puedan dar fruto fecundo. Así como mi Cruz es fuente de fecundidad, porque les abrió el camino a Dios, ustedes también están llamados a dar fruto fecundo para el bien de otros. Confíen, abran su corazón a Dios y a su prójimo, con amor y caridad, y serán recompensados. Háganse como granos de trigo, abandónense en las manos de Dios, y darán abundante fruto para el bien de ustedes y de otros.
¿Pienso en la vida eterna? Tal vez lo veo como algo lejano y poco tangible hoy en día. Pero Jesús hoy me recuerda que lo importante es lo que trasciende, lo que no es en vano y que perdura en el tiempo. Y eso es el amor que entregamos día a día a quienes Él ha puesto a nuestro lado. Amar y servir supone muchas veces, "morir" a nuestros propios intereses, pero nos encamina a la vida eterna que Dios nos promete. Al mismo tiempo tengo que recordar que todo lo terrenal y material pasará, y no son lo verdaderamente importante.
Querido Jesús, Gracias por tu entrega infinita en la Cruz, que nos abrió la puerta a Dios y nos ofrece la salvación para alcanzar vida eterna. Concédeme Señor la gracia de poder abandonarme a tu acción transformadora, para que pueda morir como el grano de trigo y luego dar abundante fruto. No dejes Señor que me apegue a lo terrenal y a las comodidades, que me hace olvidar lo verdaderamente importante. Te pido Señor que me regales sabiduría y me ayudes a dar lo mejor de mí, como esposo y padre, al servicio de la familia que me has regalado.

AMÉN