Evangelio jueves 13 de abril

Jueves 13 de abril de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

13 de ABRIL del 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 24, 35-48.

Jueves de la Octava de Pascua

Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto."

Meditación de Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"Jesús salió a su encuentro y las saludó diciendo: "Alégrense".

Creo que el Señor me quiere decir, Sale a mi encuentro y no temas, que yo estaré para protegerle, y mejor te digo búscame incansablemente que por recompensa recibirás la vida eterna y toda la alegría que esa seguridad implica. Camino en que muchas veces no entenderás y te causará agobio, no mires para atrás y sigue que un gran tesoro te espera y mientras caminamos verás, como mi alegría invade tu vida.

La vida me ha enseñado que somos seres vulnerables y que nos pasan cosas buenas y malas, fuertes dolores y profundas alegrías, es un camino lleno de encuentros y desencuentros. Al escoger al Señor como mentor y la vida cristiana, pretendo ponerle a todo lo que me sucede mucha alegría acompañada de profunda aceptación. Quiero que sea un camino realmente pleno y alegre, de otra forma no me interesa. Yo decido, como vivir el camino que se me regaló.

Señor, en esta Semana Santa, quiero recorrer un camino de sanación y de amor, perdonar para sanar mis heridas, liberarme de ataduras que me esclavizan. Regálame el concentrarme en solo amar al prójimo, como Tu lo haces Señor, sin prejuicios y con mucha aceptación. Enséñame a vivir la alegría del amor infinito y gratuito que mi padre Dios me tiene a mi y a todos mis hermanos. Ser un puente de amor entre las personas que me rodean. Que así sea

AMÉN

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