Evangelio jueves 15 de junio

Jueves 15 de junio de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

15 de Junio del 2023

Evangelio según San Mateo, capítulo 5, 20 - 26

Jueves de la Décima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

...Ve a reconciliarte con tu hermano.

Jesús parece decirme: Yo te acojo y te quiero tal como eres, a pesar de tus caídas y tus ofensas, con tus virtudes y debilidades. Intenta acoger y amar a otros siguiendo el ejemplo y la enseñanza que les he dejado. Así como mi Padre te perdona, con amor y misericordia, busca de igual forma perdonar a quienes sientas que te han ofendido. No guardes en lo secreto de tu corazón, ni rencor, ni prejuicios, ni rabia, ni ganas de venganza, porque te llevarán a la tristeza y finalmente te alejarán de mi amor. Más bien acercarte a tu adversario, para buscar reconciliarte y llegar a un arreglo de paz él.

Reconozco mi dificultad para acercarme a otro cuando tengo un desencuentro o siento que me han ofendido. Muchas veces en estos casos, no se nos pide perdón, ni tampoco lo he pedido, ni ofrecido. Sin embargo, debo reconocer que esto no es motivo para no perdonar.
El ejercicio interior de reconciliación supone buscar la paz y amor de Cristo primero en el corazón y luego, guiado por su gracia, ir al encuentro de aquella persona con la que tienes problema.

Querido Jesús, sé que me has perdonado muchas veces, incluso sin que yo te lo haya pedido. Tu eres el máximo ejemplo de misericordia y perdón; tú nos enseñaste la ley del amor. Ayúdame Señor a tener un corazón siempre dispuesto a perdonar y la humildad para saber pedir perdón y también aceptar el perdón. Enséñame a no guardar rencor y a confía en el camino de reconciliación que tú me propones. María enséñame cada día a relacionarme mejor contigo y con el prójimo.

AMÉN

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