Evangelio jueves 17 de diciembre

Jueves 17 de diciembre de 2020 | Sebastián Castaño

17 de DICIEMBRE de 2020

Evangelio según San Mateo capítulo 1, 18-24.

Semana antes de Navidad (17 de DICIEMBRE)

Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa.

En este evangelio Jesús me dice: necesito de los hombres y mujeres para manifestar mi amor, mi misericordia y mi gloria. José y María fueron dóciles y humildes ante el llamado de mi Padre: se dispusieron, sin estar preparados o avisados, para cumplir la voluntad Suya. Aunque sintieron temor, inseguridad, y pequeñez, se entregaron dócilmente con un corazón confiado en el Señor su Dios. Y fueron grandes ante los ojos de mi Padre. Así también Yo te llamo, siempre lo haré, y espero con alegría que me respondas y yo te salvaré.

San José, aun teniendo motivos para abandonar y denunciar a María, fue misericordioso y abnegado al decidir abandonarla en secreto para no dañarla. Y luego fue dócil, para obedecer al ángel del Señor, aun cuando sentía confusión y suponía riesgos. ¡Qué gran ejemplo de esposo y padre de familia fue San José! Qué difícil es renunciar o postergar los legítimos derechos, sin apresurarse a exigir justicia, y sopesar el daño que puedo causar a otros. El ejercicio de la prudencia y abnegación por amor, junto con la oración perseverante, nos pueden llevar a cumplir la voluntad de Dios.

Querido Jesús, reconozco que debo buscar más la inspiración del Espíritu Santo para escuchar el querer de Dios Padre. También necesito más voluntad para poner mis manos a tu disposición y así construir mi vida junto a ti. Te doy gracias Señor por María y José que, con su vida, nos dejan un gran ejemplo de entrega, humildad y abnegación por amor a su familia. Ayúdame Jesús a ser un mejor esposo y papá, y así lograr fomentar, de forma perseverante, el amor por Dios y por nuestro prójimo dentro de mi familia.

AMÉN

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