Evangelio jueves 18 de julio

Jueves 18 de julio de 2019 | Ignacio Suazo

18 de JULIO del 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 11, 28 – 30

Jueves de la Décimo Quinta Semana del Tiempo Ordinario

Jesús tomó la palabra y dijo: "Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados"

María parece decirme: ¿Qué te agobia, hijo mío? No respondas inmediatamente. Piensa: ¿Qué te entristece, que sientes que no puedes cambiar? Hay males que te enojan y te dan rabia. Son cosas que ves que son injustas, pero que sí sabes cómo cambiar. Hay otras −defectos de carácter, situaciones, problemas− que en cambio, por estar arraigados o por su complejidad, no cambiarán rápida ni fácilmente. Tal vez no veas ahí avances mientras estés en este mundo. Date un minuto más y piensa en esas cosas, que son justamente donde Jesús quiere mostrarse para ti como pastor y redentor tuyo y de toda la Iglesia.

Las palabras de Jesús son muy concretas y María me invita a meditarlas. Hay cosas que me cuestan y quiero cambiar, pero el llamado no es poner hoy el corazón en ellas, sino en las otras cosas; aquellas que producen aflicción, agobio y pesadez en el alma. Más aun: que por costumbre y evasión, cuesta ver y percibir. Porque estas cosas, cuando son identificadas, provocan impotencia, son una oportunidad privilegiada para abrirse a la omnipotencia divina. Porque son aquellas cosas en las que sólo podemos triunfar (aceptándolas o pidiendo nuevas fuerzas para luchar) reconociendo que nada podemos hacer con nuestros propios medios.

Mater, gracias por ser mi madre y porque me educas y llevas a Jesús. Te pido la gracia de poder verme a mí mismo con lucidez. Te lo pido con el Salmista: "de la ceguera del corazón, líbrame Señor". Donde me percibo débil, es donde puedo arrojarme con más fuerza a los pies de Jesús. En esa intimidad puedo decirle: "Jesús, en los defectos de mi carácter, en esto que sigo haciendo mal, en esto que no se cómo resolver; en todo esto te necesito". Madre dame la claridad para no buscar que soluciones mis problemas, sino que encontrar ese espacio para aferrarme más a tu Hijo y también a ti. Se siempre mi Reina y Madre.

AMÉN

Comentarios
Total comentarios: 1
18/07/2019 - 13:42:24  
Me gusta mucho esa explicación sobre el Evangelio de cada día gracias bendiciones

Ana Rocio
Católica
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