Evangelio jueves 19 de agosto

Jueves 19 de agosto de 2021 | Sebastián Castaño

19 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San San Mateo, capítulo 22, 1 – 14

Jueves de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: 'Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas'. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: 'El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren'. Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. 'Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?'. El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: 'Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes'. Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

'Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas'

Jesús parece decirme: mi Padre los invita a todos a participar del banquete. El los llama con alegría y esperanza porque les tiene preparado bienes que ustedes no imaginan, que les darán verdadero gozo. Su invitación es insistente, fiel y paciente. Con tristeza ve almas desorientadas, que no logran oír su llamado y otras, aunque lo oyen, prefieren no participar. Los que me conocen y quieren participar, vayan pues y anuncien mi Palabra para que más y más almas puedan experimentar el gozo del amor de mi Padre.

Creo en un Dios misericordioso que en ningún caso busca condena para sus hijos, pero eso no quita en lo más mínimo mi búsqueda y la atención por hacer la voluntad de Dios. ¿Cuántas veces no escucho a Dios y en consecuencia no actúo según su voluntad? Jesús me regaló su Palabra y su mismo cuerpo en la Eucaristía, fuentes que me transforman, para que pueda conocer a Dios Padre. Si conozco al Padre tendré más atención y estaré esperando asistir a su banquete.

Querido Jesús, quédate conmigo para que pueda conocer lo que Dios quiere de mí. Sé que Tú estás a mi lado mientras camino con libertad por la vida. No quiero ser de los invitados que se dedicaron ciegamente a los afanes de la vida en este mundo olvidando corresponder al llamado que Dios me hace. Ayúdame a reconocer tu voz y que por tu Palabra y la participación del banquete de la Eucaristía, me transformes para ser un humilde instrumento de Dios.

AMEN

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