Evangelio jueves 24 de marzo

Jueves 24 de marzo de 2022 | Sebastián Castaño

24 de MARZO DEL 2022

Evangelio según San Lucas capítulo 11, 14 - 23

Jueves de la Tercera Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Jesús parece decirnos: Quiero que estén muy unidos a mí, que estén conmigo. Yo quiero ser su paz y su esperanza. La tentación a la que están enfrentados hoy en día es la relativización de la realidad. Cuídense de creer que el mal puede vencer al bien, o que el mal no es tan malo... ahí es cuando su mente está anestesiada y equivocan el camino. Quien me busca y se abre a que yo habite su corazón, y que busca discernir, aunque caiga, encontrará el camino del bien y de la verdadera paz.

Creo que Jesus me llama a estar atento, más vigilante, ante diversas situaciones y realidades frente a las cuales no debo permanecer indiferente. Puedo caer en la tentación (y el error) de pensar de que todo está bien por no hacer el ejercicio consiente de discernir. Con la oración puedo ir descubriendo, o discerniendo, que cosas vienen de Dios y cuáles no, aunque éstas me puedan parecer buenas. Veo que tropiezo con las mismas piedras, con mis debilidades... que, si no las expongo ante Dios, me terminan alejando de Él.

Querido Jesús, gracias por estar fielmente atento y disponible para acompañarnos. Sé que tienes un corazón misericordioso y paciente para cada uno de nosotros. Dame Señor la sabiduría para reconocer el camino del bien y la fuerza y la voluntad para seguirlo sin relativizar. Y cuando caiga, quiero tener la humildad de presentarte mis faltas y mis debilidades, para que me libres del mal. Señor Jesús enséñame a sembrar con humildad contigo

AMÉN

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