Evangelio jueves 3 de agosto

Miércoles 2 de agosto de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

3 de Agosto de 2023

Evangelio según Mateo capítulo 13, 47 - 52

Jueves de la décimo séptima semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?" "Sí", le respondieron. Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo"

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve."

Jesús parece decirnos: Amo a todos mis hijos y quiero para ellos su felicidad eterna. Espero fielmente que sean muchos los que crean y me dejen un espacio en su corazón para poder acompañarlos durante su vida. Y cada cual es libre de escoger sus caminos, de escoger lo bueno y lo malo. Algunos de corazón más duro no me dejarán guiar sus vidas. Aquellos que creen, que acogen mi Palabra, y que tienen disposición a abrirme su corazón podrán experimentar el amor de Dios en sus vidas, y serán luz para otros.
Me quedo con la imagen de los pescadores sentados en la orilla, tal vez en silencio, después de pasar horas echando las redes, cansados, pero al final del día están haciendo el trabajo cuidadoso para quedarse con el buen alimento y desechar lo que no les alimenta. ¿Cuánto tiempo me doy para parar y reflexionar sobre aquello que debo mantener y buscar, porque me acerca a Dios y a otros, y sobre aquello que debo descartar y evitar, porque me aleja de Dios y de otros?
Querido Jesús, dame la gracia y la fuerza de voluntad para lograr separar, o cambiar, de mi vida todo aquello que finalmente no permite que Tú seas quien gobierne. Y regálame Señor la humildad para aceptar lo que no puedo cambiar. Tú nos das el verdadero alimento que permite vivir mejor, ser mejor para otros, y construir tu Reino. Concédeme la gracia de discernir bajo tu luz. Que tu Reino Señor venga a nosotros y seamos fieles en compartirlo con quienes nos rodean.

AMÉN

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