Evangelio jueves 7 de septiembre

Jueves 7 de septiembre de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

7 de septiembre del 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 5, 1 - 11

Jueves de la vigésima segunda semana del Tiempo Ordinario

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes". Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

"Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo
dices, echaré las redes"

Jesús parece decirme: Te llamo por tu nombre y te invito a que sigas mi camino durante tu vida. Es cierto que mis tiempos y mis caminos no siempre serán los que tú esperas o los que creas que sean los mejores para ti. Pero no te desanimes, porque Yo quiero tu felicidad verdadera. Evita quedarte inmóvil en la orilla, diciéndote a ti mismo que no vale la pena, o que no tienes las capacidades, o que las dificultades no te lo permitirán, o pensando en el qué dirán, o simplemente ignorándome... más bien ten fe y sé más decidido para actuar.

Que grande el corazón de Pedro, fue humilde y dócil, porque siendo un experto pescador obedece a Jesús cuando no era el momento oportuno para echar las redes. Pedro echó las redes en nombre de Jesús; y su recompensa fue enorme, aunque tal vez diferente a la que él esperaba. Primero, asombrado siente el dolor de su pecado y su debilidad ante Jesús; y luego, recibe la misericordia e invitación de Jesús, para finalmente dejando atrás la pesca y su barca, seguir a Jesús para ser su instrumento. ¿Cómo actúo frente a las invitaciones de Jesús?

Querido Jesús, te hiciste instrumento del Padre y te entregaste por completo para mostrarnos el camino del amor y de la misericordia. Tú conoces mi corazón y sabes que me cuesta abandonarme para responder con acciones concretas a tus llamados. Regálame la gracia y la fuerza para responder y no me dejes permanecer inmóvil ante situaciones donde Tú esperas que actúe. Así podré compartir los frutos que Tú regalas y ser un digno testimonio de tu amor y misericordia.

AMÉN

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