Evangelio lunes 16 de diciembre

Lunes 16 de diciembre de 2019 | Magdalena Fernández

16 de DICIEMBRE de 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 21, 23 - 27.

Lunes de la Tercera Semana de Adviento

Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?". Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: 'Del cielo', él nos dirá: 'Entonces, ¿por qué no creyeron en él?'. Y si decimos: 'De los hombres', debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta". Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". El, por su parte, les respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".

Meditación de Magdalena Fernández Pérez

"Entonces yo tampoco les diré"

Jesús nos dice: Conocía muy bien la intención con la que venían estos sumos sacerdotes y ancianos. La respuesta a su pregunta ya la tenían, pero buscaban cuestionarme. Observa mi respuesta, como no pierdo la paz ni me meto en una discusión sin sentido. Mi Palabra está disponible para todo quien quiera recibirla, pero no pierdo el tiempo con quien viene a generar conflicto. Todas mis acciones vienen del Padre y se dirigen hacia Él. Pide mi Santa Templanza cuando las cosas no salen como esperas, o cuando te encuentres con quien busca conflicto.

"A palabras necias, oídos sordos". Qué difícil me resulta esto cuando alguien dice o hace algo que me molesta, que me "toca la médula". Y cómo me gusta tener la razón. Pero al final la discusión me agota, y pocas veces es por los motivos adecuados. No quiero que se me pase la vida peleando y guardando rencores sin sentido. Quiero entregar, y que reciba quien quiera hacerlo. Quiero hablar de Dios, pero que escuche quien tenga su corazón preparado. Que mis principios y valores no sean nunca fuente de discordia.

Señor, que sepa distinguir cuando es necesario defender algo, y cuando se torna en una discusión sin fin. Que no olvide que el principio y fin de mi vida es el Amor, y todo mi actuar adquiere sentido en cuanto provenga de éste. Dale a mi vida la alegría, paz y templanza que provienen de tu Amor, para que pueda entregarlo de la manera más plena posible. Y que no confunda los motivos por los que actúo. Regálame un corazón puro, cuya única meta sea acercarse cada día más a Ti y entregar tu Amor en este mundo que tanto lo necesita.

AMÉN

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