Evangelio lunes 26 de julio

26 de JULIO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 13, 31 - 35

Lunes de la Décimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario

Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María. Memoria obligatoria

También les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas". Después les dijo esta otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa". Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto"

Creo que Jesús me quiere decir, He pensado en ti desde siempre, puse en tu vida una pequeña semilla, que es el anhelo de Dios. ¡Ahí está!, pero junto con esto, te di, como a cada uno de mis hijos, libertad plena, todo acercamiento a mi te hará más grande y feliz. Ese pequeño anhelo llegará a ser lo más grande e importante de tu vida, lo central y albergará a muchos que me buscan, porque fuiste creada para Mí, solo así serás plenamente libre y tendrás la alegría de los niños

Creo tener conciencia de este regalo y semilla, que Dios puso en mi corazón, es una energía enorme en dar, en amar, en ser fiel a mí misma, en vivir para hacer feliz a otros, en no preocuparme de mi. Me gusta sentir que crezco en el amor y es Dios quien hace que esto sea así. Crece y quema, es fuego vivo. Se que esto puede ser aún más grande, que maravilloso es constatar que, junto a Dios, siempre se crece y la conciencia de ser amada y vivir para amar aumenta.

Señor Jesús te agradezco tanto que hayas puesto esta semilla, pequeña en mi vida, quiero ser tierra fértil para que Tú crezcas en mí. Para que los que Tú quieras, descansen en mí y encuentren también, un lugar donde quedarse y cobijarse. Dame Señor, tener esa capacidad, tan anhelada por una madre de ser regazo y cobijo de sus hijos. Muchas veces, me canso y agobio, ayúdame a no perderte como centro, para ser fuerte y llevarte a todos. Señor me siento halagada al saber que pensaste en mi y te preocupaste de poner una semilla muy pequeña en mi corazón, es ese anhelo de Dios, de ser tierra fértil para Ti.

AMÉN