Evangelio lunes 27 de septiembre

27 de SEPTIEMBRE del 2021

Evangelio según San Lucas, capítulo 9, 46 - 50

Lunes de la Vigésima Sexta Semana del Tiempo Ordinario

San Vicente de Paul Presbítero y Fundador. Memoria Obligatoria

Entonces se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, 
les dijo: "El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande". Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros". Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes".

Meditación de Bernardita Marín Paul

"El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí"

Creo que el, Padre Dios me dice: Mi Reino está muy cerca, en tu corazón. Si quieres recibirme, vivirme y verme, hazte como un niño, sencillo, humilde, necesitado, así me reconocerán y ahí estaré, llenándote de amor y protección, estaré mirándote siempre, te sentirás valorada, porque eso es lo que hace una madre con su hijo y más Yo, que soy tu Padre. No corras, no compitas, si tú eres la más pequeña, como una niña, Yo te llevaré, te cargaré y llegarás a la meta antes de lo pensado.

Que difícil se me hace ser como una niña, saberme y caer en la cuenta, de mi necesidad de ser amada, valorada, protegida. Equivocadamente, busco resolver la soledad o desamor a través de hacer muchas cosas, estar con amigos o en recompensas materiales. El Señor me quiere recibir, quiere que lo busque, pero con un corazón limpio y puro, como un niño, El ahí puede habitarme, donde además yo, lo quiera recibir. Busco incesablemente llenarme de Dios y felicidad, comprendo que, para ello, debo sentir y ser como el más pequeño de todos, un niño.

Padre Dios, pienso en una niña y me lleno de ilusión, porque sigo y persigo el amar, el tener un corazón simple, puro que solo busca agradar, porque ama de verdad. Me doy cuenta que sigo anhelando lo mismo que buscaba cuando era niña, que me vean, valoren como soy, no necesito competir, solo ser yo. ¿Dónde está mi espacio?, hay veces que no lo se. Dame Señor el espacio que Tú quieras que tome, mírame y créeme que eso me basta. Gracias Padre querido.

AMÉN