Evangelio lunes 9 de agosto

9 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 17, 22 - 27

Lunes de la Décimo Novena Semana del Tiempo Ordinario

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará". Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron:"¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?". "Sí, lo paga", respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?". Y como Pedro respondió: "De los extraños", Jesús le dijo: "Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti".

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Eso quiere decir que los hijos están exentos."

Creo que Jesús me quiere decir: en esta parábola diferencio entre los extraños y los hijos, ustedes mis hijos no deben nada a nadie, no sienten temor, están libres de carga y tienen mi amor gratuito, no tienen que hacer grandes cosas o dar grandes limosnas para estar junto a mí, porque todo lo que Yo les doy está y para siempre. Hay muchos que todavía no me conocen o quizás no quieren saber de mí. Anda tranquila con mi mensaje, no escandalices, comprende que los tiempos de uno, no es el tiempo del otro. Tú eres mensajera de mi amor gratuito, libre de temores y cargas.

Me llaman la atención aquí el término exentos, para los hijos de Dios, es decir, están libres de carga, obligación o culpa. ¡Esto quiere el Señor, que yo viva!, basta de quejarse de todo lo que no me parece, del que hace mal las cosas, esto no puede llenar mi vida o formar parte de ella, es muy errado centrarse en eso. Tengo que mirar el amor de Dios, que vino a hacernos libres de toda carga. Cuando viva esto dejare que la luz de Señor brille y viviré con una paz muy grande.

Señor Jesús, gracias por saber que como hijos tuyos nos quieres libres de temores o culpa. Tú eres vida plena, libre de complejos de pecado o culpa. Solo Tu amor rebalsa mi corazón. Quiero vivir la libertad de los hijos de Dios, que ama y arde de amor por otro. Al estar contigo los problemas y preocupaciones, no pesan, porque Tu te haces cargo. Te pido aprender a soltar las cosas, no controlar y dejar que Tu actúes. Señor que te quiera como te quiere María.

Que así sea.