Evangelio martes 07 de febrero

Lunes 6 de febrero de 2023 | Juan Enrique Coeymans

7 DE FEBRERO DEL 2023
Evangelio según San Marcos capítulo 7, 1 - 13
Martes de la Quinta Semana del Tiempo Ordinario
San Francisco de Sales, Obispo y Doctor de la Iglesia, Memoria Obligatoria
.
Los fariseos se juntaron en torno a Jesús, y con ellos había algunos maestros de la Ley llegados de Jerusalén. Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes. Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos. Tampoco comen nada al volver del mercado sin antes cumplir con estas purificaciones. Y son muchas las tradiciones que deben observar, como la purificación de vasos, jarras y bandejas. Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?". Jesús les contestó: "Qué bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que mandatos de hombres. Ustedes descuidan el mandamiento de Dios por aferrarse a tradiciones de hombres". Y Jesús añadió: "Ustedes dejan tranquilamente a un lado el mandato de Dios para imponer su propia tradición. Así, por ejemplo, Moisés dijo: "Cumple tus deberes con tu padre y con tu madre", y también: "El que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte". En cambio, según ustedes, alguien puede decir a su padre o a su madre: "Lo que podías esperar de mí es "consagrado", ya lo tengo reservado para el Templo". Y ustedes ya no dejan que esa persona ayude a sus padres. De este modo anulan la Palabra de Dios con una tradición que se transmiten, pero que es de ustedes. Y ustedes hacen además otras muchas cosas parecidas a éstas".

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

¡Qué bien salvan ustedes las apariencias!

Pareciera que Jesús nos dice en estas escena del evangelio de San Marcos: no vivan de las apariencias. Traten de ser sencillos. No busquen los primeros lugares ni se vistan con ropas extravagantes para llamar la atención. Uds. mis discípulos deben distinguirse por la simplicidad, por la humildad, por lo cariñosos que son con las demás personas,, en especial los necesitados. Escapen de la tentación de inventar argumentos para justificar su búsqueda de apariencias.

Pocas cosas alegran más lo profundo de mi corazón que la sencillez, lo cual no consiste en que uno se vista y se comporte de una manera absurda: ir al entierro del abuelo y ayudar a trasladar el ataúd con traje de baño y sandalias hawaianas de goma, no es sencillez, sino desubicación. Cada situación tiene sus requerimientos, pero no debemos exagerar con las cosas fuera de lugar, y al tenis con zapatillas y al entierro de un difunto con zapatos y ropas limpias. Pero lo relevante, es ser siempre sencillos, y expresando con la forma de comportarse y vestirse, lo que quieren transmitir humildemente.

Señor Jesús, te pido de todo corazón la gracia de ser como tu Madre Santísima: preocupada de las necesidades de los demás, en especial a los pobres, como magistralmente ella lo tienen claro en el Magníficat. Regálame día tras día, la gracia de no aparentar nada, sino tener un comportamiento de hijo de María. Que mire siempre la voluntad santísima del Pade, que nos quiere infinitamente, a pesar de nuestra pequeñez y miseria, Señor regálame la gracia de rechazar las tentaciones y de vivir dando gracias por el regalo de la vida y de la fe. Bendito seas Señor ahora y siempre

AMÉN.

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