Evangelio martes 21 de septiembre

Martes 21 de septiembre de 2021 | Juan Francisco Bravo

21 de SEPTIEMBRE del 2021

Evangelio según San Mateo capítulo 9, 9 - 13.

Fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista

Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?". Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

De la misma manera que Moisés levantó la serpiente en el desierto

Jesús diciendo: "Como Moisés levantó a la serpiente me deben levantar a mí. Sobre un madero: en la cruz. Muchos van a elegir no mirar. Muchos otros van a quererse inventar un Dios más conveniente, más cómodo, menos doloroso. Dirán: "me gusta el dios del nuevo testamento; me gusta el dios de tal o cual carisma; no me gusta el dios que muere sino el que resucita". Pero a ti te invito a mirarme tal como soy. Ven y mírame en el dolor, mira de frente aquello que más te duele. Reconoce el veneno en Ti y reconoce también ese dolor, ese entumecimiento, esa modorra que causa. Y deja que, al mirarme, sea yo quien te pueda sanar."

Cuando veo este texto me admiro de la profundidad de la Palabra de Dios. Jesús se refiere a una época en que Dios había castigado a los israelitas enviando serpientes venenosas. Los israelitas, asustados, se arrepintieron y pidieron a Moisés que orara a Dios para que no hubiera más serpientes. Cuando Moisés ora, Dios le ordena construir una serpiente de bronce en una vara que sanaría los que la miraran. Pienso en cómo, en vez de eliminar la causa de los sufrimientos, Dios diseña una manera en la cual el sufrimiento se pudiera llevar. Y la vara, el madero, prefigura la cruz. Siento que Dios me invita a no arrancar de lo que me duele, sino que mirarlo serenamente y caminarlo con confianza.

Jesús: quiero levantarte como Moisés. Para salud, medicina y bien. Sin negar el dolor, sin esconderme de la muerte. Quiero mirar lo que haya que ver. Ofrezco mirar el dolor de mi país, de mis hermanos, de mi familia, de mi Iglesia... y, sobre todo, mirar el dolor mío propio. Me cuesta mucho y no me resulta fácil. Quiero regalarte no seguir mi instinto básico de cerrar los ojos y no ver, de hacer como que las cosas fueran a solucionarse por sí mismas. Ayúdame. Acompáñame. Y, cuando te vea en la cruz, no como yo quiero verte, sino que como tú quieres mostrárteme, llámame y sálvame como salvaste al ladrón que te pidió ayuda.

AMÉN

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