Evangelio martes 25 de Febrero

Martes 25 de febrero de 2020 | Juan Francisco Bravo

25 de FEBRERO del 2020

Evangelio según San Marcos, capítulo 9, 30 - 37

Martes de la Séptima Semana del Tiempo Ordinario

Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará". Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?". Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos". Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: "El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado".

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos"

Jesús pareciera decirnos: mis palabras son directas y claras. El Reino de los cielos y la Iglesia que es su signo visible en la tierra, no puede juzgarse con las categorías de las sociedades y organizaciones humanas: El más importante en el Reino es el que más sirve, el que se pone a disposición de otros en actitud de preocupación por la vida del otro. Una Teresa de Calcuta fue en vida más importante que muchos que se creían importantes en la Iglesia. Servir para amar. Porque el poder en el Reino es solo es sólo el poder del amor.

El Siervo de Dios José Kentenich, y muchas personas santas que Dios me ha dado la gracia de conocer personalmente o por referencias, tienen como característica principal el ser serviciales, cariñosos, preocupados de detalles, cuando uno cree que al ser "importantes" no deberían preocuparse de nimiedades. Pero esa es la señal de los escogidos, de los que llegarán a los primeros lugares en el reino. Ese es el reto para mi vida: ser servicial y generoso con las personas que me rodean.

Mi querido Señor Jesús, regálame un corazón como el de María: "No tienen vino" te dijo en las Bodas de Caná. Y los discípulos creyeron cuando tu escuchaste su ruego y adelantaste tu hora. Los hombres creerán en Ti, cuando nos vean a nosotros preocupados de ellos en medio de un mundo individualista e impersonal. Señor, un corazón como el de ella para quererte a ti y querer a los demás. Bendito seas Señor por mostrarnos tan claramente el camino del Reino.

AMÉN

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