Evangelio martes 8 de octubre

Martes 8 de OCTUBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 10, 38 – 42.

Martes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".

Meditación de Francisco Bravo Collado

"Sin embargo, una sola cosa es necesaria"

Es como si Jesús me dijera: "Una sola cosa es necesaria. Estar conmigo. Y tú te confundes porque sabes que me encuentras en tu hermano, en el servicio a tu hermano, en la responsabilidad por tu hermano. Y te desesperas por ser "cumplidor" con tus hermanos... pero ves cómo se te va haciendo difícil cumplirles, cómo no eres capaz de ser, con tus propias fuerzas, lo que sueñas ser. Entonces ¿por qué no eres más como un niño? ¿por qué no me dejas a mí?

Me siento confundido. Imagino que Marta se debe haber sentido parecido a cómo me siento yo ahora. ¿Cómo voy a dedicarme a la mejor parte si tengo tal descalabro en las cosas domésticas y prosaicas? Por más que intento imaginarme que Jesús me está invitando a descansar y despreocuparme no lo logro. Siento con fuerza que se me llama a tomar las riendas de mi vida y hacerme responsable por las cosas que están desperdigadas y desordenadas, por los asuntos pendientes con mis hermanos, por la carga que no me he atrevido a echarme al hombro.

Jesús, ayúdame a encontrarte a ti en el hermano que sirvo. Ayúdame a que mi trabajo sea un encuentro de amor, íntimo y personal con las personas que están en mi camino. Que aprenda a reconocerme limitado y débil, y que no busque ser el que siempre cumpla o el que tiene el desempeño más destacado... sin que el que más sirva y el que más se esfuerza por hacer el bien. Muéstrame cómo hacerme pequeño. Muéstrame cómo enfrentar con valor las tareas que me producen más ansiedad. Enséñame a hacer mi mejor esfuerzo, a caminar sin descanso y, al final del día, cuando veo que tal vez no he llegado donde me propuse, sepa descansar en Ti.

AMÉN