Evangelio miércoles 1 de marzo

Miércoles 1 de marzo de 2023 | Osvaldo Andrés Iturriaga

1° DE MARZO DEL 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 11, 29 - 32

Miércoles de la Primera Semana de Cuaresma

"Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás."

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación"

Siento como si el Señor me dijera "¿hasta cuándo sigues necesitando nuevos signos para creer en mí? ¿No he irrumpido ya en la historia del mundo? ¿No he estado presente en tu propia historia, de forma concreta? Ten fe entonces, cree y convéncete de que estoy siempre contigo, cuidando tus pasos y velando por tu felicidad. Incluso cuando no comprendas lo que pasa a tu alrededor, cuando te parezca que la vida es injusta, o cuando tus planes fracasen, recuerda que siempre estoy ahí a tu lado, invitándote a acercarte al Padre".

Creo de forma intelectual en que Dios existe, y que Cristo estuvo en el mundo y que obró grandes cosas que cambiaron para siempre a la humanidad. Creo también en que el Señor me ha acompañado en diversos momentos de mi vida, pero sin embargo mi fe sigue siendo débil, sigo temiendo por el futuro, preguntándome incluso si Dios está realmente presente. Hoy me invita a no estar pidiendo signos constantemente, sino que la experiencia que ya tengo de Él me baste para vivir esperanzado, confiando en que mi felicidad está en su voluntad y no en mis propios proyectos.

Querido Señor Jesús, quiero decir y sentir de corazón que "sólo Dios basta", que no necesito nada más para vivir en paz que el saber que tu estás. Ayúdame a no alejarme de tu presencia, a que hasta mis acciones más pequeñas estén ordenadas hacia ti para nunca perderte de vista, y poder sentir permanentemente tu cercanía. Que el signo de Amor que nos diste con tu vida en el mundo y que me has seguido dando a través de mi historia, me recuerden siempre que soy un hijo querido del Padre y que estoy llamado a entregar ese mismo amor a donde vaya.

AMÉN

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