Evangelio miércoles 12 de octubre

Martes 11 de octubre de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga

12 DE OCTUBRE del 2013

Evangelio según San Lucas, capítulo 11, 42 - 46

Miércoles de la Vigésima Octava Semana del Tiempo Ordinario

«¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!". Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: «Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros». Él le respondió: «¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!»

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

«¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!»

Siento como si el Señor me dijera "mis palabras vienen de Dios Padre mismo, que es la justicia y sabiduría infinita, y por ello, en muchos casos chocan y cuestionan los criterios humanos. Por lo mismo, si crees que mis palabras son para los demás, para que otros enmienden el rumbo, pero que a ti no te llaman a la conversión porque crees estar del lado de los "buenos" o los "correctos", eres un hipócrita. Seguirme es un permanente llamado a la conversión, a escuchar la voz del Padre en cada momento, que te puede estar llamando a cambiar aquello que te impide amar con plenitud."

Siempre me ha llamado la atención que Jesús ofrece su perdón a todos quienes la sociedad ve como pecadores, pero maldice a los soberbios que viven juzgando a los demás como inferiores, o que ponen el cumplimiento de normas por sobre el amor. Muchas veces me conflictúa ver esta misma actitud dentro de la Iglesia frente a ciertos grupos o situaciones de vida, pero yo mismo caigo en un juicio sobre esas personas o sectores que considero "juzgadores". El Señor me recuerda que la única forma de no caer en el "imponer cargas a los demás", es reconociendo que yo soy el primero necesitado de su misericordia.

Querido Jesús, a veces es tan difícil seguirte. Veo y escucho voces contradictorias que dicen hablar en tu nombre, y me pierdo sin saber a quién seguir; quién cumple tus palabras, y quién tuerce tu mensaje para acomodarlo a sus propias creencias. Ayúdame a encontrarte en medio de la confusión, a recordar que Tú estás presente en todo el que sufre, en todo el que busca la Verdad con recta intención. Ayúdame a escuchar y mirar con tus ojos de amor a todos aquellos que desde mi debilidad me nace despreciar o mirar en menos, para poder ser un verdadero instrumento tuyo en medio del mundo.

AMÉN

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