Evangelio miércoles 16 de marzo

Martes 15 de marzo de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga

16 de MARZO DEL 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 20, 17 - 28

Miércoles de la Segunda Semana del Tiempo de Cuaresma

Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo: "Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará". Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. "¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda". "No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron. "Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre". Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"Entre ustedes no debe suceder así. El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes"

Siento como si el Señor me dijera "si sientes que no eres plenamente feliz, o que vives bajo el peso de presiones que no puedes sostener, es porque pasas buscando tu felicidad en cosas que no te llenan, que son pasajeras y rápidamente perecederas. Si vives aferrándote a posiciones de poder o de comodidad, sólo lograrás centrarte cada vez más en ti mismo, sin nunca saciarte. Muy por el contrario: si te pones, al servicio de otros, no sólo te llenarás de esa alegría que viene del amor gratuito, sino que serás grande ante el Padre".

Qué distinta sería mi vida si pusiera en práctica este mandato de Jesús, que tanto repetimos sin darnos cuenta que es prácticamente la receta de la felicidad. ¡Cómo sería mi familia, mi país, el mundo, si pusiéramos la prioridad en el otro antes que en uno mismo! He experimentado tantas veces esa alegría profunda que da el ponerse al servicio de otro por amor, desinteresadamente, pero aun así vivo la mayor parte del tiempo haciendo lo contrario, pensando antes en mi bienestar, mis intereses, buscando sacarme con lo que no me llena.

Señor Jesús, tú "haces nuevos todas las cosas", me muestras una y otra vez que mis criterios humanos suelen ser miopes, cortoplacistas e insostenibles. Quiero aceptar tu invitación a servir siempre, a realmente poner el amor a mi prójimo como centro y eje de mi vida; a que, si me toca estar en posiciones de poder, sea siempre poniendo al otro en el centro y no mi ego o mis intereses. Enséñame a ser manso y humilde, para no vivir esperando el aplauso de los demás, sino que el encuentro contigo en cada acto silencioso de amor.

AMÉN

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