Evangelio miércoles 26 de octubre

Martes 25 de octubre de 2022 | Osvaldo Andrés Iturriaga

26 DE OCTUBRE DEL 2022

Evangelio según San Lucas, capítulo 13, 22 - 30

Miércoles de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén. Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". El respondió: "Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Y él les responderá: 'No sé de dónde son ustedes'. Entonces comenzarán a decir: 'Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas'. Pero él les dirá: 'No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!'. Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!"

Siento como si el Señor me dijera "¿haces realmente el bien? ¿Me sigues en tu vida diaria, en tu forma de tomar decisiones y relacionarte con los demás, o solo soy un accesorio en tu vida? Quienes te ven, ¿pueden verme a mí a través de tus acciones? ¿O actúas solamente siguiendo los criterios humanos de lo que es justo? Porque lo que es bueno y justo para Dios, excede todo razonamiento humano: ama a quienes te hacen mal o te tratan injustamente; responde con mansedumbre a aquel que te insulta, ora por tus enemigos. Ese es el verdadero bien al que te invito: a negarte a ti mismo, para que en ti emerja el Amor gratuito del Padre.

Estas palabras de Jesús suenan tan duras: "son pocos los que se salvarán", y me cuesta tanto entenderla. ¿Acaso el amor y el perdón de Dios no son eternos? Creo firmemente en que sí, pero también el Señor me muestra que puedo hacer el mal, sobre todo cuando antepongo mi forma sesgada de ver las cosas, al Amor al que me invita Jesús. Cuántas veces en mi afán justiciero me indigno con quienes considero equivocados, y les niego la misericordia que toda persona merece por ser mi hermana en Cristo. El Señor me invita a no poner límites a su amor, y entregarlo gratuitamente incluso a quienes creo que no lo merecen.

Querido Señor, quiero ser manso y humilde de corazón como Tú, para que mis propios juicios no nublen ni ensucien mi mirada. Que siempre pueda mirar a cada persona con tus ojos, sobre todo a aquellos que la lógica humana me dice que merecen ser despreciados. Dame la fuerza para poder pagar bien por mal, para perdonar de corazón a quienes me han herido, y de esta manera compartir el Bien que me llamas a entregar. Que la confianza en tu Perdón no me haga ser un cristiano superficial, sino que me acerque más profundamente a Ti y me llene de esperanza, y así llevarte donde sea que me llames.

AMÉN

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