Evangelio miércoles 3 de marzo

Miércoles 3 de marzo de 2021 | Osvaldo Andrés Iturriaga

3 de MARZO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 20, 17 - 28

Miércoles de la Segunda Semana del Tiempo de Cuaresma

Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo: "Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará". Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. "¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda". "No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron. "Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre". Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes"

Siento como si el Señor me dijera "¿Te das cuenta de lo equivocado que estás? Cada vez que te frustras por no sentirte debidamente reconocido, cada vez que te sientes mal porque crees que no recibes el trato que mereces o de que eres digno en base a tus méritos, es simplemente porque buscas llenar tu ego con aquello que te eleva a los ojos del mundo, que como sabes, es siempre algo vano y pasajero. Para mí la grandeza consiste justamente en lo contrario: en realizar tus tareas humildemente, poniéndote por debajo de otros y a su servicio, para que ellos se eleven. Sólo eso te llenará y te dará valor a los ojos nuestros".
Cuántas veces he escuchado esta palabra, cuánto usamos en la vida diaria esta frase de Jesús, y de tanto repetirla tal vez la hemos vaciado de significado. Qué diferente sería mi vida si pusiera como prioridad el servicio humilde a los demás... En lugar de eso, me pierdo buscando mi bienestar, mejorar mi posición o la opinión que otros tienen de mí, en una búsqueda que no me llena, porque siempre buscamos más reconocimiento, más premios, más "gloria" ante los demás. Qué libre sería si pusiera en práctica esta sencilla enseñanza: hazte servidor, hazte esclavo de los demás.
Querido Jesús, tú haces nuevas todas las cosas. Mientras pasamos la vida buscando fórmulas complejas para ser felices, tú nos muestras el camino con enseñanzas tan simples, que invierten totalmente nuestros criterios humanos para cambiar la mirada centrada en nosotros mismos y elevarla hacia lo eterno, hacia lo que nos acerca a ti y a la voluntad del Padre de que vivamos felices y en paz. Que te busque en el servicio simple, en el amor sencillo; a liberarme del peso que me impone mi propio ego y mis deseos de destacar y controlarlo todo. Quiero tomarme de tu mano para poder tratar a cada persona como la tratarías tú.

AMÉN

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