Evangelio miércoles 4 de diciembre

Miércoles 4 de diciembre de 2019 | Ignacio Torres

4 de DICIEMBRE de 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 15, 29 - 37

Miércoles de la Primera Semana de Adviento

Desde allí, Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó.
Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino". Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?". Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados". El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas.

Meditación de Ignacio Torres Karmy

"No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino."

Jesús pareciera decirme: Querido amigo, hoy más que nunca en medio de las tribulaciones, dolores y angustias que has estado viviendo al ver como tus hermanos compatriotas destruyen su propia nación; te quiero invitar a que, alimentado con mi propia carne, puedas nutrir a los demás. Esto significa escuchar, mirar, comprender, y proponer en donde te toque participar caminos de comunión y de paz, a través del poder de mi amor salvador y misericordioso.

El evangelio de hoy me habla e invita a descubrir a un Cristo que se moviliza y ocupa de todo. No sólo se conforma con reanimarme con sus enseñanzas, sino también, en que no falte el sustento de cada día. Cristo me muestra como concretamente debo actuar, concretamente en el Chile de hoy. Es un llamado a la acción apostólica, pero catapultado desde la vivencia de la eucaristía. El impacto de mi acción vendrá en la medida que pueda llevar a Cristo mismo a los demás.

Señor mío y Dios mío, han llegado los tiempos para dar testimonio concreto de tu amor infinito y transformador; y me invitas concretamente a salir del miedo y la tristeza, y llevarte conmigo con valentía y optimismo. Sí Señor, nuestro país necesita hoy más que nunca de tu presencia transformadora, y necesitas que sea tus ojos, manos, brazos, boca y corazón. Sabes que tengo poco que poner, tal vez unos pocos panes; pero me has dejado tu enseñanza...poner confiadamente todo en tus manos.

AMÉN

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