Evangelio sábado 1 de julio

Sábado 1 de julio de 2023 | Gonzalo Manzano

1° de julio del 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 1, 46 – 50. 53.55

Sábado de la Duodécima Semana del Tiempo ordinario

Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole": "Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente". Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo".
Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: 'Ve', él va, y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: 'Tienes que hacer esto', él lo hace". Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos". en cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes". Y Jesús dijo al centurión: "Ve, y que suceda como has creído". Y el sirviente se curó en ese mismo momento. Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo. Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Ella se levantó y se puso a servirlo"

Jesús parece decirme: No se trata de "saber cuál es tu lugar", ni que algunas personas están por sobre otras. No hablo de resignación a estar "debajo de otro". La suegra de Pedro se levantó y se puso a servir porque era su manera de dar las gracias. Se trata de tomar el mando de la propia vida y ponerla al servicio de los demás. Es comprensible que cuando no puedas, no sirvas a los demás y que, aun estando enfermo, puedes servir a los demás con tu oración. Regala todo de ti, en todo momento, y llegaré Yo a levantarte. Te fe, como la tuvo el centurión y aunque sean un subalterno, verás que las bendiciones llegarán. Ten fe y confía en Mi.
Jesús siempre me habla de tener fe y de servir a los demás. Si asocio estas dos ideas, lo queme queda es que deje de preocuparme por mí, porque Él ya lo está haciendo, y que me entregue para llevar felicidad a los demás. Me cuesta mucho cuando tengo claro que hay personas que dependen de mí, pero que por mucho que me esfuerce, no logro ayudarlas. Es frustrante. Sigo intentando, y en realidad ahí mi fe me mantiene en pie, pero cuesta, cuesta mucho. Debo entender que mi oración alimenta mi fe, y que esa fe me permite no preocuparme por mi para poder darme a los demás.
Señor Jesús, hoy te ofrezco mi esfuerzo por ayudar de verdad a los demás. Yo pongo eso y Tú soporta mi corazón, para no desfallecer. Rezo todos los días para usar las oportunidades que me das para hacer felices a los demás, pero me falta pedirte que aumentes mi fe. Haz, Señor, que no me quede lamiéndome las heridas, sino que, con ellas, me acerque alegre para ofrecerme a los demás. Madre Inmaculada, intercede por mí que no puedo solo, y bendíceme con las gracias de tu Santuario, para estar siempre disponible a los deseos y al querer del Eterno Padre Dios.

AMÉN

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