Evangelio sábado 15 de mayo

15 de MAYO del 2021

Evangelio según San Juan, capítulo 16, 23b - 28.

Sábado de la Sexta Semana del Tiempo de Pascua

Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta. Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre. Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Les hablaré claramente del Padre"

Jesús parece decirme: Luego de mi muerte y Resurrección, subí al Padre, y desde ahí, abrí las Puertas del Cielo para todos ustedes. Desde ahí, el Espíritu Santo es quien abrió los ojos de mi Iglesia naciente, para que entendieran lo que les dije mientras caminaba con ustedes. Hoy, sigo caminando con ustedes, en sus corazones, y al lado de cada uno de ustedes, en la medida que vean a sus hermanos. Eso es lo que les dije durante todo mi Evangelio, y a medida que llegaba mi hora, les hablé más y más directo. Mi mensaje es uno, que se amen unos a otros, y con ese mismo amor, me amen a Mí.

Mi Confirmación me aseguró la presencia del Espíritu Santo en mi vida. Obviamente, a veces éste se ciega y deja de ver con los ojos de Dios, para mirar sólo con los ojos de los hombres. Quisiera poder decir que mi vida está constantemente conectada a Dios, pero estoy lejos de ser ese hijo ideal. Llegar a esa comprensión de la Palabra de Dios me va a llevar toda una vida, y espero poder lograrlo. Es una tarea enorme, pero si sigo pidiendo a Él por esa fe y ese Entendimiento, aunque sea ya en la siguiente vida, podré entenderlo.

Señor Jesús, quiero ser en verdad un seguidor tuyo, pero caigo una y otra vez. No dejes que me acomode en mi mediocridad, ni que falte a esos valores y virtudes que sembraste en mi. No permitas, Señor, que me deje vencer por las tentaciones que el Demonio va poniendo en mi camino, porque de verdad anhelo ser y vivir bajo tu mensaje. Madre querida, te ofrezco mi Alianza para que a través de ella me lleves hasta tu Hijo. Tómala y moldéame a tu antojo, escuchando siempre la palabra de tu Hijo.

AMÉN