Evangelio sábado 19 de marzo

Sábado 19 de marzo de 2022 | Gonzalo Manzano

19 de MARZO del 2022

Evangelio según San Mateo capítulo 1, 16.18 -21.24a

Solemnidad de San José esposo de la Virgen María y Patrono de la Iglesia

Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"José, su esposo, que era un hombre justo"

Jesús parece decirme: Mi papá en la Tierra fue un hombre sencillo, sin grandes ambiciones personales, un hombre normal, como cualquier otro; pero en realidad, no tanto. Tenía virtudes propias de su estirpe, heredadas desde el más grande de su casa, el rey David. Descendiente de Salomón, mi papá era un hombre que tenía una sintonía especial con mi Padre, y era capaz de leer en el mundo sus designios. Tenía virtudes de rey, virtudes que me heredó a Mí al educarme junto a mi Madre en Nazaret. Ese oído fino que pocos tienen, solo aquellos que tienen su corazón al lado de Dios.

José ocupa un lugar importante en mi vida. Es parte de nuestro Ideal Matrimonial con mi señora, santo recurrente al que nos acercamos para pedir por su intercesión, pero sobre todo, se ha convertido en espejo para hacer examen de conciencia. Como papá, intento por todos los medios de parecerme a él, de acercarme a esa justicia que tanto lo caracteriza, y es un ejemplo de santidad en la vida diaria, entrega silenciosa a la Misión, valentía, entereza y resiliencia ante la adversidad. Efectivamente, hay muy pocos como él.

Señor Jesús, me alegro mucho que hayas elegido una familia como la que formaban con María y José. Ese hecho no me es trivial, ya que pudiste elegir no tener un hombre que te guiara en tus primeros pasos. Le ofreciste a un hombre sencillo la oportunidad de hacer de su vida algo tan grande que aún después de dos mil años, seguimos reconociéndolo como uno de los más importantes, uno de esos a quienes debemos nuestra espiritualidad. Te agradezco por mostrarnos su ejemplo cotidiano de entrega, él es el estilo de vida del cristiano que quiero seguir.

AMÉN

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