Evangelio sábado 23 de noviembre

Sábado 23 de noviembre de 2019 | Gonzalo Manzano

23 de NOVIEMBRE del 2019.

Evangelio según San Lucas, capítulo 20, 27 - 40

Sábado de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario.

Se acercaron a Jesús algunos saduceos, que niegan la resurrección,y le dijeron: "Maestro, Moisés nos ha ordenado: Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda, y luego el tercero. Y así murieron los siete sin dejar descendencia. Finalmente, también murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?". Jesús les respondió: "En este mundo los hombres y las mujeres se casan, pero los que sean juzgados dignos de participar del mundo futuro y de la resurrección, no se casarán. Ya no pueden morir, porque son semejantes a los ángeles y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.
Que los muertos van a resucitar, Moisés lo ha dado a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Porque él no es un Dios de muertos, sino de vivientes; todos, en efecto, viven para él". Tomando la palabra, algunos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y ya no se atrevían a preguntarle nada.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"No es un Dios de muertos, sino de vivientes"

Jesús parece decirme: En tiempos convulsionados, con mayor razón llamo a aquellos corazones anhelantes de vida para que llenen las calles, casas, plazas y todo espacio público y privado, de mi Amor, que es vida y vida en abundancia. No piensen que no estoy viendo todo lo que les está pasando, y vean que es importante para mi lo que les ocurre tanto en esta vida como en la siguiente. Quisiera que me tengan presente, que oren sin cesar, porque es a ustedes, a sus antepasados y a quienes vendrán, a quienes amo sin condiciones.

Me cuesta pensar que Dios "no está muy interesado" en todo lo que nos está pasando como país. Tengo certeza lógica y de fe, que Él está pendiente, que no quiere nuestro sufrimiento, pero que lo permite porque nos ama tanto que permite el desarrollo de una libertad mal entendida. Observa estos procesos con la perspectiva de quien no está sometido al tiempo, y que ve cómo nosotros, como seres finitos, vamos construyendo nuestra historia. Tengo claro que quiere nuestro bien y felicidad, y eso sólo puede pasar si vivimos de corazón en su Amor.

Señor Jesús, estos días aciagos han sido difíciles para todos nosotros, viendo cómo fluye a destajo el rencor, la injusticia y el hambre de defender la dignidad de todos, aún a costa de los demás. Los pensamientos humanos han nublado nuestras cabezas por tanto tiempo, que hoy vemos cómo nos consumimos unos a otros, en nuestras energías, sentimientos, relaciones y acciones. No dejes, Señor, que esto nos haga desfallecer, sino renueva en nosotros ese espíritu de paz que nos regalaste, y comparte con nosotros esa perspectiva de ver el mundo, aunque sea un instante, a través de tus ojos.

AMÉN

 

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