Evangelio sábado 27 de julio

Sábado 27 de julio de 2019 | Gonzalo Manzano

27 de JULIO del 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 13, 24 - 30

Sábado de la Décimo Sexta Semana del Tiempo Ordinario

Jesús propuso a la gente otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?'. El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron: '¿Quieres que vayamos a arrancarla?'. 'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero'".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Arranquen primero la cizaña"

Jesús parece decirme: Cuánta cizaña hay en el mundo. No sólo aquella que el Enemigo esparció desde el principio, sino que el hombre ha continuado esparciéndola, como si no bastara con la que se puso por primera vez. El mal sólo trae más mal, y lo multiplica; pero ten certeza de que, llegado el momento, esa cizaña será arrancada de raíz, y extirpada de todos los frutos que puedan dar. Por eso es que incluso hoy sigo preocupándome por que ésta sea la menos posible. Quisiera que ustedes crezcan sanos y libres de ese mal, y al final puedan reconocer que la Luz en verdad es lo que Yo les traigo como regalo.

Este Evangelio es una muestra clara de por qué Dios tolera el mal en el mundo, o por lo menos así lo veo. Está en nosotros el poder obrar bien o mal, en esa libertad que Dios nos regaló al crearnos, y Él nos respeta en ella, porque se respeta a sí mismo. En todo su poder, y como representación de su amor, entiende que, si el Demonio pervirtió algo de su Creación, habiendo un poco de bien en nosotros, nos perdona y nos ofrece su misericordia. Lo veo ahora, intentando prevenir en nosotros que caigamos en esa tentación, para guiarnos sin obligarnos a seguirlo.

Señor Jesús, tengo la alegría de reconocer tu amor por mí, y de reconocerme pecador, criatura débil que requiere de tu ayuda. Es tu gracia la que me salva, tu guía la que me muestra el camino, y me permite avanzar seguro de que al final, nos encontraremos, si es que permanezco fiel. No permitas Señor que mi tozudez me aleje de ti, porque me es muy fácil fallarte, y el sendero que me invitas a recorrer es de esos donde a cada momento me atacan para alejarme de ti. Sé que Tú me cuidas, pero mis sentidos me engañan, y mi corazón es débil. Fortalece mi fe, Señor, para seguir adelante contigo.

AMÉN

 

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