Evangelio viernes 1 de enero de 2021

Viernes 1 de enero de 2021 | Alejandra Castelblanco

1° de ENERO del 2021

Evangelio según San Lucas, capítulo 2, 16 - 21.

Solemnidad de Santa María, Madre de Dios

Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"...alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído"

Jesús parece decirnos: los pastores no pudieron quedarse callados, estaban tan maravillados de lo que habían visto y oído que quisieron contarlo a todos. Ver al Salvador nacer en un pesebre, escuchar al Ángel, los llenó de gozo. La invitación para ustedes es a hacer lo mismo que los pastores: primero, admirar la grandeza de Dios que me envió en medio de ustedes de la misma forma que todos los hombres nacen, para que me sintieran cercano. Luego escuchar: la Palabra, las voces del tiempo, las voces del ser y las voces del alma... Y proclamar, contar a todos, lo que han visto y oído para que más personas crean y se salven.

Cuando miro a los pastores en los pesebres, me siento identificada. Ellos viviendo su vida, cumpliendo sus tareas y de repente, un ángel que los conduce y les cambia la vida. Mi Santuario hogar, mi estrella, mi ángel, que me conduce a María y por ella a Jesús, que día a día quiere cambiarme la vida. Cuando hago los pesebres, me demoro muy poco en coserlos, en comparación a las otras figuras que necesitan más adorno. Creo que a eso me invita Jesús este nuevo año, a ser simple, sin tanto adorno, con lo que tengo y soy, ofrecerlo como el pastor que regala su oveja al Señor con sencillez de corazón.

Querido Señor: Hoy me invitas a ser como los pastores. Quiero ser como ellos, humildes, obedientes, pacientes y activos. Recibe mis regalos: alegría por la Navidad, esperanza de este nuevo año y de humildad con los demás en este año, que el papa dedica a San José, que fue el gran "pastor" de la familia de Nazaret. Alabado seas Tú Jesús niño, por todos: pastores y reyes, que necesitan de tu encuentro para ser plenamente felices. Condúceme al Santuario Valle Hermoso del Niño Jesús. Que su ideal, "Pesebre vivo para la Iglesia y el mundo" me motive siempre a hacer nacer a Ti, Niño bendito, en lo simple de cada día.

AMÉN

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