Evangelio viernes 21 de junio

Viernes 21 de junio de 2019 | Alejandra Castelblanco de Prieto

21 de JUNIO del2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 6, 19 - 23

Viernes de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

San Luis Gonzaga, religioso. Memoria obligatoria

Jesús dijo a sus discípulos: No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"No acumulen tesoros en la tierra"

Jesús parece decirnos: es fácil que el hombre se deslumbre ante los tesoros de la tierra: el dinero, la comodidad, el lujo... esto corrompe al hombre porque lo hace pensar en sí mismo, en tener, más que en ser y lo transforma en una máquina productora que tiene como consecuencia acumular cosas. La invitación que quiero hacerles hoy es a tener tesoros, pero tesoros en el cielo. Y cómo lograr esto: "comprando" bondad, saliendo de sí mismos, y constatar la contradicción real que mientras más se da, más se recibe.

Tengo muchos tesoros en la tierra: una casa, un auto, comodidades...me costaría mucho enumerarlas. Pienso en los tesoros que quiero acumular en el cielo y tengo hartos también: mi matrimonio, mis hijos, contar con Schoenstatt, tengo un Santuario Hogar, amigos queridos, tantas cosas. Creo que a eso me invita Jesús hoy, a estar consciente que todos los días se puede tener más tesoros: la escucha atenta a alguien, agradecer la vida, consolar, hacer un favor, llamar a alguien con cariño, acompañar desinteresadamente... Así juntar día a día pequeños grandes tesoros en el cielo.

Querido Señor: gracias por todos los tesoros que me regalas porque te preocupas que no me falte nada y pueda ocuparme de acumular tesoros en el cielo. Gracias por regalarme un Santuario en medio del ajetreo de la ciudad, para poder hacer un alto y unir la vida terrenal con la espiritual de manera natural y orgánica. Permite que los tesoros del cielo superen siempre a los de la tierra, que los valore y comparta con aquellos que no creen para que no pierdan la posibilidad de una vida en el cielo.

AMÉN

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