Evangelio viernes 22 de julio

Viernes 22 de julio de 2022 | Alejandra Castelblanco

22 DE JULIO DEL 2022

Evangelio según San Juan capítulo 20, 1 – 3.11 - 18

Fiesta de Santa María Magdalena, Apóstol

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?". María respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto". Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?". Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo". Jesús le dijo: "¡María!". Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: "¡Raboní!", es decir "¡Maestro!". Jesús le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes'". María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"... cuando todavía estaba oscuro"

Jesús Parece decirnos: la fe mueve a la persona a estar atenta y a aceptar que lo que se espera, no siempre ocurre. En este pasaje del evangelio, María Magdalena casi no durmió, se levantó y fue al sepulcro. Ella iba con una misión y se encontró con el sepulcro vacío. Al escuchar mi voz, se le abrieron los ojos y el entendimiento y pudo realizar lo que le pedí. Cambió su plan y se llenó de ilusión y alegría. La invitación de hoy es a escuchar mi voz para que abras tu corazón y hagas lo que te pido al igual que María Magdalena. ¿Cómo hacerlo? Escucha a los demás, lee el evangelio, escucha a tu corazón, ahí me encontrarás.

Aquí me queda claro que el plan de Dios es siempre más grande que los pequeños planes que uno se propone. Tener el oído atento a lo que ocurre, la mirada puesta en el prójimo y el corazón preparado para lo inesperado, no es fácil. Pienso en las veces en que uno se propone un viaje, unas vacaciones, un trabajo, y no resultan por diferentes motivos. Después de un tiempo, uno piensa y descubre que Dios estaba detrás de eso. Había algo mayor. Quiero revisar mi confianza para entregarme a la voluntad del Padre, aunque no entienda por qué pasan las cosas.

Querido Señor: gracias por confiar en mí en tantas tareas que me encomiendas. Me diste el gran regalo de tener una familia: marido e hijos, que confían en mis cuidados y cariño. Alumnos, que me reciben con entusiasmo. Dame la humildad de recurrir a ti siempre, de no creer que uno maneja todo. Que María me eduque en la confianza, Ella no dudó en dar su Sí al Plan del Padre. Te pido constancia y creatividad para atraer corazones, a seguir tu ejemplo y hacer geminar la semilla que sembraste en cada uno de nosotros.

AMÉN

 

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