Evangelio viernes 23 de octubre

23 de OCTUBRE del 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 12, 54 - 59.

Viernes de la Vigésimo Novena Semana del Tiempo Ordinario

Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo? Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"...va a llover"

Jesús parece decirnos: esa certeza la pueden tener en cada cosa que necesiten discernir. ¿cómo hacerlo?" Con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios" (PK). En otras palabras: detenerse y hacer silencio, lo mismo cuando cuentas el pulso en la muñeca. Hacer presente esos pequeños latidos que están ahí y que, si no te propones palpar, no los advertirás. Puede ser un gesto que llamó la atención, la respuesta de alguien que te importa, la situación de tu país...Pero no olviden la segunda parte: "el oído en el corazón de Dios". Él Padre habla, en eso que sientes visceralmente. Haz este ejercicio y la certeza llegará a tu corazón.

Esta frase, "Con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios" para mí es escuchar claramente a Jesús indicándome el camino. Aunque no siempre me guste, me da un alivio y una paz indescriptible contar con esa certeza, que fue producto de una reflexión profunda. Últimamente me ha dado con ver documentales después de verlos, llego siempre a la misma conclusión: la ausencia de verdad en el mundo que vivimos. Todo es relativo y eso inseguriza y trae desesperanza. Creer que el mundo puede cambiar con pequeños gestos de amor es mi esperanza. Dios es AMOR y Él es el CAMINO, la VERDAD y la VIDA

Querido Señor: qué claro y concreto eres. Nos das las pistas para que descubramos lo mejor para cada uno. Gracias por hacer que la misión se centre en el corazón, en la entrega, en transparentar tu rostro, en tratar que otros descubran que la verdad está en seguir tu camino y que el AMOR es la fuerza más poderosa del mundo para atraer a las personas a tu Reino. Dame sencillez y humildad para transparentar tu presencia al estilo de María tan sabia y prudente para responder con certeza al Ángel y tan llena de Amor para cuidar a su hijo y a todos nosotros.

AMÉN