Evangelio viernes 4 de marzo

4 de MARZO DEL 2022

Evangelio según San Mateos capítulo 9, 14 - 15

Viernes después de Cenizas

Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?". Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros?"

Jesús parece decir: las comparaciones no son buenas. Cada cual tiene un motivo para realizar sus acciones y al mirarlas desde afuera, no es prudente juzgarlas sin saber qué motivación tiene tal o cual persona para hacer algo determinado. No caigan en esta tentación, lo único que les traerá es envidia o tristeza. Sólo el Padre sabe lo que cada uno piensa, siente o cree, ustedes solo ven una mínima parte de cada acontecimiento. Los invito a ser libres de esta tentación, tratando de transformar un pensamiento negativo sobre algo o alguien, en positivo o benevolente, eso les traerá paz.

Caigo mucho en esta tentación de creer que sé lo que mueve a alguien a actuar de alguna manera. Por lo general, me equivoco, y al hacerlo me siento pésimo por haber creído algo nada que ver. Creo que me ayuda, el salir de mi misma, el querer conocer a las personas más íntimamente. En otras palabras, fortalecer los vínculos. Algo tan nombrado por el Padre José Kentenich. y que por Dios, que tiene razón. Basta con hacer un par de preguntas a alguien que no lo siento tan cercano, y ya lo veo de otra forma. Ahora que estoy volviendo a la rutina del trabajo, intentaré tener presente la pedagogía de los vínculos y pensar bien del otro.

Querido Señor: gracias por darme esta posibilidad de dar vuelta mis pensamientos negativos, acerca de alguien, en positivos. Gracias por invitarme a ser benevolente y así conseguir paz interior. María, siempre miró con ojos de bondad a los demás y supo callar en el momento de la Cruz. Enséñame a ser prudente, a callar más que hablar, a escuchar y no juzgar. Que los Santos sean mi ejemplo de benevolencia en mi caminar diario y la oración me conduzca a renovar mi mundo interior día a día.

AMÉN